• Decisión •

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— Es un gusto verla, señora Gojo.— al hacer una reverencia, Megumi hablo, tratando de mantener la calma y entender por qué razón se encontraba en esa residencia.

— Fushiguro... querido, iré directo al grano, tengo una reunión importante en unos minutos, así que no puedo tardar mucho.— lentamente se acercó a él, tomando sus hombros.— El clan Gojo te abrió las puertas cuando tu madre murió y tu padre te abandono.— no se tentaba el corazón con sus palabras.— Gracias a mi te convertiste en un chico ejemplar y con un gran futuro en el clan Zeni'n.— mostró una falsa sonrisa.

— Es algo por lo que siempre le estaré agradecido, señora.— su rostro se mantenía frío.

— Bueno, creo que ha llegado el momento adecuado para que demuestres esa gratitud, con acciones.— se mostraba seria, era como un torbellino de emociones.

— No entiendo a que se refiere, señora.— hablo bajo.— ¿Necesita algo de mi?— soltó.

— Así es, Megumi. Necesito que hagas algo.— apretó un poco los hombros del menor, creía que todo estaba saliendo bien.— En este momento ya debes saber que hay problemas con Satoru y su etapa de rebeldía, así que me gustaría pedir tu ayuda.— explicaba un poco.— Debes convencerlo de volver.— ni siquiera se esforzaba por ocultar sus intenciones.

— Disculpe...— le interrumpió.

— No necesitas ser suave... puedes recurrir a viejos trucos para lograrlo. Sé creativo, miente y di que ese chico Itadori con el que sale mantiene una relación con otra persona.— también se había tomado la libertad de investigar.— Frustra esa relación a como dé lugar, Megumi.— se acercó un poco más.— Hazlo y yo me aseguraré de compensar generosamente.— susurro.

— Lo lamento mucho, señora. Pero no lo haré.— con rapidez tomó las manos de la mujer y las apartó sin delicadeza.— No pienso rebajarme a tal punto solo porque usted me lo pide.— retrocedió dos pasos.— Es verdad que a usted le debo gran parte de mi vida, pero eso no le da el derecho sobre mi.— hablo sin titubear.— No quiero hacerle perder más el tiempo con esto, así que le evitaré las molestias, me retiro ahora.— Hizo una reverencia, antes de sentir el primer golpe por parte de la fémina.

— Creo que no estas entendiendo, Megumi.— chasqueo los dedos, solo para que segundos después una manada de hombres apareciera detrás de ella.— Oponerse y huir no son opciones para ti.— sonreía, hablando sin remordimiento.



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— ¡Megumi!— gritaron los chicos apenas entraron a la habitación del azabache.

Cuando las noticias llegaron a sus oídos, todos corrieron por toda la escuela para llegar con él y comprobarlo.

— Hola, chicos.— hablo con un tono tranquilo, como si no ocurriese nada malo.

Mostrando el brazo izquierdo roto, y la pierna derecha envuelta en vendas, marcas  de golpes y arañazos en el rostro, así como un collarín, bajo sus ropas se ocultaban ematomas pequeños. Aquellos tipos le dieron una "lección" antes de abandonar la residencia del clan Gojo.

Mi Leopardo de las Nieves [GoYuu] [Hibridos] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora