~ Duele.
Susurro el peli blanco, sujetando sus prendas con fuerza, no sabía que hacer.
En ese momento las palabras de Nobara y Fushiguro golpearon el corazón de Yuuji con violencia.
" Él debería estar con alguien de su misma especie." " No puede reprimir sus instintos para siempre."
La primera lagrima descendió por su mejilla.
— Lo siento, Gojo-senpai. Me asustaste.— de inmediato se acercó para poder abrazarlo. Tenía que admitirlo, su corazón bailaba desenfrenado, con él había un Leopardo de las Nieves entrando en celo.
~ Yuuji... ayudame.
Satoru susurro una vez más, el llanto no cesó, en su lugar, aumentó. Empapando la ropa del menor. Yuuji estaba nervioso, así que se dio una bofetada mental, antes de llevar sus manos al pantalón del albino.
— Te... te ayudaré.— sus movimientos eran torpes, pero logró desabotonar la prenda y bajar un poco la cremallera, dejando expuesto el miembro del mayor. Era tonto creer que con eso sería suficiente para saciar sus necesidades, aun así quiso intentarlo antes de rendirse.
Sus manos temblaban, al tomarlo, comenzó con movimientos lentos que iban de arriba abajo, escuchando como pequeños quejidos salían de la boca ajena y sintiendo su respiración agitada cerca de su cuello.
Nunca imagino que a sus dieciséis años estaría en una situación como esa, acompañado por su senpai. Con cada minuto que pasaba el ritmo aumentaba, hasta que Satoru no pudo resistir más al toque y terminó corriendose sobre la mano de Yuuji.
El peli rosa se estaba mentalizando para subir de nivel, pero no fue necesario, al culminar, sintió el cuerpo del peli blanco rendirse sobre él.
— Gojo-senpai... ¿Qué sucede?— cuestionó de nuevo, pero al no recibir respuesta, lo apartó un poco para ver su rostro, dándose cuenta que estaba aturdido y sus mejillas coloreadas por un intenso color rojo.— Necesito llevarte a la enfermería.— cuando busco ponerse en pie, la mano de Satoru tomó la suya para evitarlo.
— No te vayas.— sus ojos seguían cristalinos.— Por favor, no me dejes.— sentía que si dejaba al peli rosa salir por esa puerta, este no volvería.
— De acuerdo, no lo haré.— sujeto su mano.— Pero tenemos que hacer algo, así que recuestate en la cama mientras pienso en que hacer.— suspiro.
Gojo obedeció sin mencionar nada más, Yuuji acomodo su ropa luego de limpiar sus manos con ayuda de una toallita húmeda. Con una idea en mente, saco su móvil del bolsillo y llamó.
— Geto-senpai. Lamento molestarte ahora, pero necesito tu ayuda.— hablo bajo.
~ Yuuji... Dime, ¿Qué sucede? ¿Estás bien?
Al otro lado, el peli negro respondió con un tono amable.
— Si, gracias, yo me encuentro bien... — dudo un poco.— Es Gojo-senpai quien necesita ayuda.— respondió.
~ ¿Qué sucede con él?¿En dónde están?
Cuestionó.
— Creo que Gojo-senapi entró en celo, su cuerpo está muy caliente y dentro de sus pantalones...— no pudo continuar.
~ Entiendo, iré enseguida.
— Estamos en mi habitación.— durante algunos segundos Yuuji continuo la llamada, hasta que se despidieron y colgó. Ese chico peli negro era el único en el que podía confiar cuando se trataba del peli blanco, siendo amigos desde mucho antes, sabía que era el indicado.
— Con esto dormirá por el resto de la tarde y quizá una parte de la noche.— explicaba Ijichi, alejándose de la cama en la que ahora descansaba el Leopardo.
— ¿Estará bien?— Yuuji aún se encontraba preocupado.
— Es un sedante común para emergencias, le ayudará a tranquilizarse mientras pasa su período susceptible, cuando despierte quisas este un poco mareado, así que me gustaría pedirte que lo cuides, al menos hasta mañana, Itadori.— entregó un frasco en manos del peli rosa.
— ¿Qué es esto?— miro detenidamente.
— Son medicamentos especializados... ayudarán a disminuir sus impulsos.— con otro híbrido en la escuela, se habían preparado muy bien.— Mejor conocidos como supresores.— dijo.— Entiendo que sean pareja, niños, pero es mejor evitar algún problema en la institución y hacer las cosas correctamente.— pidió.
— De acuerdo, muchas gracias, Ijichi-san.— se inclinó.
— Solo hago mi trabajo. Asegúrate de que tome solo dos cápsulas, mañana a primera hora, los siguientes tres días.— Tomó su maletín y salió de ahí, tenía mucho trabajo pendiente que hacer.
— Lamento que sea un estorbo en tu habitación, pero si lo sacó de aquí mañana me odiará, lo sé.— Geto sonreía un poco para tratar de animarlo.— Volveré por él en otro momento.— se despidió y salió.
Al estar solo, Yuuji suspiro por milésima vez en el día.
Con pasos lentos se acercó al borde de la cama y tomó asiento, acariciando el suave cabello de Gojo. Era el momento de tomar una decisión, de la cual dependía su felicidad o la de Satoru.
Era más que obvia, pero no tenía el valor de aceptarla todavía.
Esa noche fue muy larga para él, sobre un futón en el suelo, paso las horas contemplando en techo de su habitación, peleando internamente con su egoísmo por quedarse al lado de ese chico.
Apenas se asomo el sol por la ventana, Itadori se puso de pie, acomodo el lugar, cambio sus ropas, le dio un vistazo rápido al Leopardo y salió de ahí con la intención de buscar un poco de agua.Su ausencia duro solo unos minutos, minutos en los que la mente del mayor le harían actuar irracionalmente.
— Satoru... ¡¿Qué estás haciendo?!— por la impresión, el peli rosa dejó caer el vaso de vidrio, el cual se estrelló contra el piso.
El albino se encontraba sentado de espaldas en el piso, cerca de la mesita de noche, en sus manos yacía el frasco de los supresores... vacío.
A toda prisa se aproximó, tomándolo del hombro para obligarle a voltear.
~ No quiero lastimar a Yuuji...
Susurro, con su mirada llena de lágrimas.
— Satoru, rápido, debemos ir con Ijichi-san.— intento ponerlo de pie, pero las palabras que escucho le helaron la sangre.
~ Ya no quiero ser un híbrido.
Estaba perdido en sus pensamientos... cegado por el miedo y el dolor, actuó creyendo que era la mejor opción.
~To be continued...
🌸 " Instintos del corazón " [GoYuu] [Hibridos] 🌸
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Mi Leopardo de las Nieves [GoYuu] [Hibridos]
Fiksi PenggemarEn un mundo donde los híbridos representan un pequeño porcentaje de la población, Itadori Yūji tuvo la rara fortuna de ser cazado por uno. Luego de conocerse, ambos deciden que es buena idea formalizar su relación amorosa; sin embargo, los problema...