† ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛʏ ғɪᴠᴇ †

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— ¿Te perdiste? Aquí te espero, entonces.

Entre suspiros, YoonGi colgó la llamada que había tenido previamente con JiMin. Tras dejar el celular en la cama, acarició el cabello de Zael y así miró las lágrimas secas que tenía en las mejillas producto del llanto que había tenido.

Zael no estaba nada bien. No lograba salir de esa depresión ni con ayuda psicológica, tampoco con ayuda de Dael, ni siquiera con la suya, solo pasaba llorando todas las noches porque a esas horas el dolor le pagaba más duro.

Los recuerdos de su hermano mayor, de YajaTzael, el hecho de que extrañaba a sus otros hermanos. El tener que ignorar todas las llamadas y mensajes que Jaeh le dejaba, eso le dolía, pero no podía solo hablar y ya.

YoonGi de verdad se preguntaba cómo GiYoon, siendo el hermano mayor de Zael, podía ignorar lo que sentía si fue el mismo Zael quien le dio todo el apoyo y compresión que necesitó cuando pasó el tema con JimDae. Fue únicamente Zael quien se le había acercado con una sonrisa, lo abrazó contra su pecho y le dijo que todo estaría bien, que no estaba solo, que lo tenía a él.

¿Por qué GiYoon no hizo lo mismo aunque sea por agradecimiento?

Zael no había esperado a que GiYoon llegara y le contara lo que pasaba, fue Zael el que se acercó al verlo tan mal, lo abrazó, lo aconsejó y vaya manera que GiYoon tuvo para pagarle.

— ¿Yoonie?

— Descansa un poco más, bebé.

Cuando YoonGi escuchó el timbre en aviso de que JiMin ya había llegado, acomodó a Zael sobre la cama y lo arrolló con las colchas para que durmiera un poco.

— No te vayas, Yoonie... no quiero estar solo.

— No estás solo, bebé — Susurró — Solo duerme un poquito, ¿vale?

Zael asintió un par de veces y con lágrimas en los ojos abrazó una almohada contra su pecho cuando él se levantó de la cama.

— Te amo, ¿bien? Nunca lo olvides.

— Yo también te amo, Yoonie...

Antes que nada, le dio una mirada al mayor y luego salió de la habitación para atender a JiMin, quien le había comentado que no se sentía muy a gusto con que él estuviera viviendo solo con Zael.

— El chiquillo precioso se ve más precioso. ¿Cómo es eso posible, nene?

Con una sonrisa de gomita, abrazó fuertemente a JiMin tras abrir la puerta y encontrárselo. Habían pasado ya días sin verlo y de verdad que lo había extrañado tanto como era mutuo por completo.

— Señor Gigi, por fin me da la cara.

JiMin lo abrazó por el cuello y sin perder el tiempo, se puso de puntitas para darle un gran beso de bienvenida. Claramente, no era con segundas intenciones, pero él arruinó todo con los sucios manoseos que estaba dando sin una gota de pudor.

— Mira esa carita preciosa, mira esa carita divina y tierna — Sonrió — Aunque no lo creas, así de miserable como me ves, tengo al novio más rico de todos.

— ¿Lo dice por mi dinero, Señor Gigi?

— Lo digo por tu culo, pero también por el dinero — Respondió — Vamos a casarnos para que me lo heredes todo.

JiMin, entre risitas risueñas, le dio un golpecito en el hombro antes de separarse para ver todo el gran departamento. Era demasiado amplio, colores modernos, muebles hermosos, todo de color negro.

— Así que aquí vive con su tío — Murmuró — Los dos... solos.

— Justo así, precioso.

YoonGi sacó el último cigarrillo que le quedaba porque quería fumar un poco mientras él recorría cada rincón de esa amplia sala.

ɪ ʟɪᴋᴇ ʙᴏʏs  「†」 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora