† ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛʏ sɪx †

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— Muñeco de porcelana.

De brazos cruzados, YoonGi se apoyó en la puerta cuando la abrió y vio que YajaTzael estaba frente a él, aparentemente avergonzado por hacerle caso a sus impulsos.

— Yo... Solo quería saber cómo seguía Zael.

— Mal, está muy mal, muñeco — Respondió YoonGi — Ya ni siquiera quiere que yo me le acerque.

YajaTzael, demasiado avergonzado, se masajeó la nunca con las mejillas calientes mientras se sentía tan culpable del estado de Zael, pues sabía que sus palabras lo destrozaron por completo.

— ¿Puedo verlo? — Murmuró — Sé lo que me dijiste, pero no es de noche a la mañana, tampoco es fácil.

YoonGi le sonrió y con esa sonrisa le pellizcó la mejilla antes de darle pasada para que entrara al departamento.

— Dael vendrá por él en unos minutos. Se lo llevará a Daegu por algunos días — Comentó — Ahora él está dormido porque le di algunas pastillas para que ya descansara.

El mayor asintió algo cohibido por el hecho de que Zael se iría nuevamente con Dael, los dos solos.

— No lo despiertes, por favor — Pidió — Me ha costado tranquilizarlo.

— Uh, está bien...

— Es la primera habitación de arriba.

Una vez cerró la puerta, decidió ir a la sala para jugar en internet mientras YajaTzael se dirigía hacia las escaleras en busca de ver a Zael.

Bien.

Está bien.

Se supone que debía olvidarlo ya, pero no podía evitar sentir preocupación por su estado, por saber si estaba bien o no y, aunque entendía que ya estaba con alguien, desearía al menos ser su amigo.

¿En qué momento ese chico se volvió tan importante para él?

Dios.

Cuándo llegó a la primera habitación, tomó el pomo y decidió no pensar mucho para abrir la puerta. Tras hacer eso, observó un bulto en la cama, pues era Zael quien estaba abrazando la almohada mientras se encontraba en un sueño profundo.

" Estúpido tú, sí parece un gatito "

Luego de su obvio pensamiento, entró al lugar y sin prisa se encaminó hacia la cama, justo ahí se sentó en la orilla y vio el rostro de Zael. Se veía tan mal, tenía ojeras, su carita estaba delgada, todo él estaba delgado y por ahí notó las vendas que tenía en las muñecas.

— ¿Cuándo fue que te destruí tanto, gatito?

Atreviéndose a todo y sin pensar nada, le quitó suavemente la almohada al menor para ser él quien pudiera estar cerca. Se encargó de ser su almohada y su refugio de suavidad para que no sintiera soledad o vacío.

Zael se aferró a él de forma inmediata e inconsciente, se dejó llevar por su aroma y calidez que ni siquiera Dael le pudo dar. Logró sentirse bien por un momento incluso si estaba dormido.

— Lamento no tener el valor de enfrentarte y ofrecerte disculpas — Murmuró — Ahora sé que estás feliz con él.

Entre suspiros abrazó muy fuerte al menor, lo enrolló en sus brazos y lo apresó contra su pecho mientras aspiraba el aroma de su cabello.

— De verdad espero que en otras vidas, otros mundos yo sepa valorarte — Susurró — Sepa reconocer tu amor.

— Muñeco... ya debes irte.

Cuando YoonGi entró para avisarle tal cosa, él no tuvo más opciones que dejar un beso sobre la frente de Zael y luego buscar cómo alejarse, pero el dormido susodicho se aferró a él porque no quería dejar de sentir esa tranquilidad que no tenía por mucho tiempo.

ɪ ʟɪᴋᴇ ʙᴏʏs  「†」 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora