(Esta escena tiene lugar un par de meses después de que Byul se fuera a la universidad. Yongsun se quedó en St. Carmen para restablecer un vínculo con sus padres, realizar prácticas con la Sra. Gates y tomar clases en línea.)
Yongsun
—Mamá, solo llama a papá. —le digo, saliendo de mi auto.
—No.
Contengo un suspiro mientras cierro la puerta y dejo caer las llaves en mi bolso. Sostengo mi teléfono a mi lado mientras ella habla por mis auriculares y camino hacia el bar, el único bar, en Bahía Sanos
—Él ya no la ve. —Camino por el camino de tierra—. Sabes que papá no está saliendo con nadie.
—¿Hablaste con él?
Escucho la ruptura en su voz. La delata cada vez que hablamos, se que lo extraña.
Pero sé que mi madre tiene razón. Tenía razón cuando tomaron la decisión la primavera pasada. Si ella lo aceptara ahora, se sentiría miserable, porque nunca tuvo la oportunidad de descubrir quién diablos era antes de casarse. Antes de que ser esposa y madre la distrajera de su infelicidad y falta de autoestima. Necesita descubrir algunas cosas antes de saber si algún día podrá perdonarlo.
Y tal vez él también necesite descubrir algunas cosas.
—Fui a DC con él por unos días —Le digo—. Tenía que comprobar algunas propiedades inmobiliarias. Pasamos un día entero en el Smithsonian.
—Finalmente dejaste que te lleve a la capital, ¿eh?
—Nunca dije que no iría —Me detengo y escucho la música dentro del bar mientras el viento de octubre acaricia mis brazos desnudos—. Dije que sólo iría si podía recorrer la Casa Blanca, y no había manera de que pusiera un pie en ese edificio mientras ese idiota todavía viviera allí.
—Yongsun...
Casi me río. Ella odia cuando maldigo. Sigue siendo tan educada y correcta. Uno pensaría que ser la única ex alumna de Omega Chi Kappa del sur de Florida con una hija lesbiana la relajaría. El tiempo lo dirá, supongo.
Camino hacia el bar de nuevo, las palmeras sobre mi cabeza ondean en el cielo nocturno.
—Llama a papá —le ordeno.
—Lo hare yo misma.
—No, vas a contratar a alguien para que lo haga.
—Es lo mismo.
Pongo los ojos en blanco.
—Le diré a Jungkook.
—No.
—Mamá —Digo, haciéndome cargo—. Los contratistas sólo signos de dólar cuando miran a las amas de casa de St. Carmen. ¿Qué pasa si papá se vuelve a casar? ¿Aún vas a cobrar la pensión alimenticia?
Ella se queda en silencio.
—Tienes que aprender a ser frugal. —le explico.
Bueno, en realidad no.
Tiene su propio fondo fiduciario que nunca ha utilizado, pero aun así...—Lo dice la niña que acaba de comprar todas las versiones de color de una camisa de cincuenta dólares en el mercado negro de la Casa Blanca con la tarjeta de crédito de su padre.
¿Y dóndeeeee aprendí eso?
Como si ella no fuera la única culpable de mi hábito de compras.—Jungkook estará allí en una hora —le digo.
Gime un poco.
—Solo envía a Taehyung. Es mucho más fácil hablar con él.
Lo es. Pero estoy segura que solo lo piensa porque es a quien mejor conoce, ya que es el favorito de mi abuela. Sus esculturas de setos le encantan. Mi mamá está acostumbrada a verlo por ahí.
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Six Venom [MoonSun]
Fiksi PenggemarDel odio al amor hay un paso, y ocultarlo es complicado. Mentiras, secretos y deseos contenidos. ¿Cuánto puedes aguantar sin dejarte llevar? ⚠️ •Dark Romance. •Adaptación. Todos los créditos a su respectiva autora.