quarterback | kookmin

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Mi trabajo de asistente técnico no es una ciencia espacial. Reservo citas para el profesor Lawrence, me reúno con los estudiantes que necesitan ayuda, tomo notas durante la clase y fantaseo con Jungkook. Todo. El. Maldito. Día.

Me he volcado en el trabajo y en la investigación de la tesis, así que no tengo tiempo para pensar en la sugerencia de Jungkook de que nos acostemos, pero sigue apareciendo, y me acobardo de tener una conversación con el profesor Lawrence. Ser el TA de Jungkook era mi última excusa, y si elimino eso... me estremezco. A Jungkook le va a quedar claro lo inexperto que soy porque, aunque ver porno me enseña qué va en dónde, no me muestra específicamente mi papel en todo ello. O cómo se supone que debo desempeñar ese papel. 

Creo que estar abajo me parece lo más atractivo, especialmente para mi primera vez. Quiero que Jungkook tome el control y no sólo por mi inexperiencia, sino porque parece muy caliente. Sin embargo, mentiría si dijera que no estoy preocupado. Preocupado por si me duele, por no ser lo suficientemente bueno, por, bueno, otras cosas logísticas... 

Desde que me di cuenta de que el sexo con Jungkook es una posibilidad real, he estado experimentando con lubricante y mis dedos, y se siente... raro. Bien, pero... no. 

Tal vez debería ser sincero con él, pero Jungkook se merece algo mejor. Si soy terrible y él tiene que hacer todo el trabajo, no va a querer que se repita. Todavía no ha sucedido, pero ya sé que una vez no va a ser suficiente para mí. 

Todos los mensajes de Jungkook esta semana han sido normales y amistosos, pero cada vez que veo su nombre en mi pantalla, ardo en deseos de más. No sé cómo puede estar tan tranquilo con esto. 

Me río para mis adentros mientras me dirijo al despacho del profesor Lawrence. Me estoy adelantando. Una vez será perfecto. Una vez es algo en lo que nunca he pensado demasiado porque siempre he estado muy centrado en otras cosas. Centrado en las tareas escolares y en el estudio, y mientras vivía con Seokjin, él lo fomentaba. Me traía comida cuando estaba metido en mis investigaciones, me recordaba que me duchara y me obligaba a salir al exterior unos minutos cada día. 

Me olvidé de preocuparme por cosas triviales como mi virginidad.

El sentimiento de culpa por haber dejado que Seokjin cuidara de mí me golpea de nuevo, y me recuerdo a mí mismo que ya no es así. Ahora Seokjin puede volver a ser mi mejor amigo y tener su propia vida en lugar de preocuparse por vigilarme. 

Excepto... ¿cómo podemos ser mejores amigos si no le he contado lo más importante de mi vida? ¿No se sentirá traicionado si pierdo mi virginidad con Jungkook y no se lo he dicho? 

Me apresuro a sacar mi teléfono y a llamarle. 

— Oye, ya era la maldita hora. 

— Voy a tener sexo con Jungkook. — le digo. Se oye un sonido ahogado al otro lado. 

— ¿Ahora mismo? 

— Por supuesto que no. 

— Gracias a Dios. Estaba a punto de señalar una pequeña cosa llamada límites. En lugar de eso, hablemos de la tensión. 

— Voy a tener sexo con Jun-argh. No. ¿Realmente casi dije eso? 

— ¿Por qué estamos teniendo esta conversación? 

Me río y me tiro contra la pared un poco más abajo del despacho. 

— No lo sé. Pensé que sería educado informarte. 

— Jungkook se te ha adelantado. Aunque no sé por qué alguno de ustedes cree que quiero saber sobre sus vidas sexuales... 

— ¿Lo hizo?