⿻ ︎ִֶָ ̽ 🏀Capitulo 9

378 54 0
                                    

Si ha jeongin le preguntarán si su primera vez fue linda para el su respuesta sería definitivamente un si.

Todavía se acordaba de todo lo que había pasado aquella tarde en la cual fue su primera vez y la primera vez que pasaba el celo con hyunjin.

Y mientras admiraba a su novio aquel recuerdo de ese día llegaron a su mente.

Mientras la película se reproducía en el celular de jeongin, ambos se regalaban mimos pues estaban acostados en la cama pasando tiempo juntos.

El alfa se sentía un poco afiebrado, no sabía porqué realmente, asumió que se podría tratar de un resfriado viral.
Por eso, es que habían cancelado la cita que tendrían en el parque, inie dijo que era mejor estar en casa por si el menor se ponía mal, ahí estaría él para cuidarlo mejor que estando fuera.

La película transcurría con normalidad, pero el omega escuchó la respiración agitada del otro, se puso alerta rápidamente, checando su temperatura, estaba hirviendo, buscó un paño limpio y fue a mojarlo para poder ponerselo y así bajar la fiebre.

Hyunjin sudaba y se quejaba bajito, su aroma había aumentado, sus ojos empuñados junto a sus manos.

Jeongin estaba pensando seriamente qué hacer, no era bobo y ya se había dado cuenta que su pareja no tenía fiebre por salud, era el inicio de su celo. Fue en busca de supresores y no encontró alguno, sus padres no estaban en casa y no quería dejarlo solo, ya había sido captado por su olfato y de vez en cuando susurraba su nombre, es lo que lo mantenía calmo por el momento. Pero si le dejaba solo podría despertar su instinto y cometer una locura.
El alfa abrió sus ojos que estaban de un tono naranja brillante cuando se percató del aroma a temor que despedía el omega.

—¿Omega? ¿Me temes?

Yang volvió su mirada al menor sentado en la cama y rápidamente negó con su cabeza y se acercó un poco al mayor.

—Claro, que no mi alfa.

—Entonces, ¿por qué tu aroma se ha vuelto un poco agrio?

El castaño suspiró para retomar palabra —sucede que, debería ir en busca de supresores para ti, pero no quería dejarte solo...

El alfa le miró pasible y luego se levantó para envolver entre sus brazos al mayor y besar su cuello mientras decía en un susurro —yo te necesito a ti.

Y jeongin cayó en su embriagante olor. Besó a su novio con pasión y poco a poco las prendas volaban. Él quedó encima del Alfa, sus manos se paseaban por el marcado abdomen, sus labios se pegaban y sus lenguas se enredaban, el aroma llenaba la habitación, el calor se podía transmitir de cuerpo a cuerpo.

—Quédate arriba, y móntame como más te guste, omega.

—No quiero lastimarte, o...

—Tú sabrás cómo hacerlo, te encantará sentirlo. Aún así, puedo guiarte un poco. Créeme a mí me encantará aún si sólo estás sentado y me aprietas y sueltas—. Gruñe el mayor. Yang está sonrojado pero con un beso acata el mandado.

Baja su brazo por detrás de su espalda y toma la dura erección del rubio, trata de guiarla hasta su entrada lo que le cuesta un poco al estar a ciegas. El alfa lo toma fuertemente de las caderas para mantenerle quieto y sube un poco su centro, es así como por fin puede perderse entre la calidez del menor.

Ambos gimen, y hyunjin no espera mucho, siguiendo su instinto sube sus caderas e inicia un ritmo pasivo, ambos lo disfrutan en gran magnitud; sim embargo, el movimiento se detiene abruptamente. El castaño entiende que es su turno.

Nervioso comienza con rodar sus caderas, eso parece encantarle al otro pues su cabeza se inclina levemente y suspira con ojos cerrados. Luego intenta saltar; aquello le gustó mucho, un gemido se queda atorado en su garganta cuando un grave gruñido retumba en su sentido auditivo. El otro le ve con pupilas brillantes y una sonrisa tan caliente que le hace apretarse. Vuelve a hacerlo y ambos se desatan en sonidos de placer.

El chapoteo es cada vez más audible, sus respiraciones cada vez más apneas, la lujuria casa vez en aumento, y el clímax tan cerca.

No fue sino hasta que el alfa mordió el hombro del menor que ambos llegaron al orgasmo, con el rubio anudando a su pareja.

Después de aquello su rostro se sonroja ante tal recuerdo.

Dejando eso de lado se acomodó otra vez para volver a tomar una siesta a lado de su alfa.

Dejando eso de lado se acomodó otra vez para volver a tomar una siesta a lado de su alfa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Tierno Basquetbolista 𐚁 hyunin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora