Capítulo 4: Las chispas vuelan

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Chispas Volar

Harry miró fijamente el techo desnudo de su propia habitación, madera oscura brillando a la pálida luz de la mañana.

Tan diferente, pensó, tan diferente del techo de su tienda, con sus dríadas y espíritus y luces centelleantes.

Había cambiado mucho. Había pasado casi un mes desde su primer encuentro con Narcissa, y aquí estaba, mirando su propio techo, perdido en recuerdos felices. Ella le había enseñado mucho ('¿Enseñanza? Es así como lo llaman?' una parte de su mente que sonaba mucho como Hermione preguntó severamente)– era competente en hechizos no verbales ('Sí, hechizos no verbales. Suuuuure, dijo una parte que sonaba como Ron), y estaba bastante seguro de que no tendría muchos problemas con los encantamientos no verbales en el futuro, dijo, aunque sabía que tendría que practicar duro para obtener algunos de los hechizos más arcanos y poderosos que ella le había enseñado.

Y había aprendido a aprovechar emoción y verdaderamente empuña una magia poderosa. Harry sabía que debería haber hecho la conexión entre la magia poderosa y la emoción antes, teniendo en cuenta el hecho de que el hechizo más poderoso que había lanzado en su vida antes de su entrenamiento con Narcissa – el Patronus Charm – había sido impulsado por felicidad. Aparentemente, la felicidad no era la única emoción que podía canalizarse hacia la magia. Rage – que Harry poseía en espadas, tenía poseído desde su infancia en Privet Drive, – también podría canalizarse hacia la magia. Y parecía haber una gran cantidad de hechizos que usaban la ira como un enfoque emocional. Principalmente destructivo en la naturaleza, pero poderoso no obstante.

Harry también había aprendido lo básico, al menos, de mezclar la transfiguración en duelos, aunque sabía que pasaría un tiempo antes de que pudiera comenzar a seguir el ritmo del dominio de la forma de Narcissa. Pero estaba empezando a hacerlo obtener transfiguración ahora: la visualización integral involucrada, la sensación de magia acurrucándose dentro de él y luego desatándola para dar forma a lo que estaba en su mente.

Pero, si él estaba siendo realmente honesto consigo mismo, los aspectos más destacados de sus reuniones diarias con ella, que duraron entre una hora y varias horas conduciendo a Sirius y Ron Batty, no eran las lecciones de duelo que tan gentilmente le había enseñado.

No, lo más destacado de sus sesiones fue aprender una rama de la magia que nunca había conocido antes de – magia de la mente. Parecía tan descabellado, incluso ahora que conocía pasablemente las artes mentales, pero Narcissa tenía le enseñó los conceptos básicos de la Oclumencia, y sus métodos de enseñanza eran... persuasivo, por decir lo menos.

"Las emociones son poderosas, Harry", dijo, acercándose a él en el piso alfombrado de la tienda, "La pasión es un enfoque poderoso para las formas más arcanas y poderosas de magia. Y es natural para ti – tan poderoso, tan joven, tan... apasionado. Y me encanta cuando mis hombres son apasionados."

Harry se sonrojó, y luego se reprendió por caer presa de su insinuación nuevamente. Ya habían pasado dos semanas enteras, pero aún no estaba acostumbrado a sus frecuentes eufemismos y flirteos abiertos.

"Sin embargo, las emociones son como un reguero de pólvora", dijo, "Dejarlas ir puede ser un medio poderoso para abrumar a tus oponentes, pero como un reguero de pólvora, si no se controla, tu propia magia se volverá contra ti. Y el bosque será consumido."

"No sigo,", dijo Harry, perplejo.

"La magia que funciona con la emoción puede ser difícil de manejar – es primordial, es el tipo de cosas que resultan en magia incontrolada y accidental. Por supuesto, es admirable que hayas logrado usarlo por tu propia voluntad en tan poco tiempo, pero ¿notaste lo que sucedió allí al final?"

Dragon Lily -HIATUS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora