Dragon Lily -HIATUS-

Capítulo 18: Confrontaciones

Confrontaciones

Todo se rompió en su lugar para Lily cuando la mejor amiga de su hijo le contó todo. El misterioso verano, el flujo constante de detenciones, el Yule Ball...todos los eventos se pusieron en su lugar como piezas de rompecabezas en su mente y la imagen resultante fue absolutamente asombrosa. Todas las pistas habían estado en su lugar – ella acababa de fallar, miserablemente, para juntarlos y llegar a la horrible conclusión que ahora le había sido traicionada.

Y ahora, sabía que la traición debería haber estado a la vanguardia de su mente, y sabía que debería sentirse herida sin posibilidad de reparación. Pero todas esas emociones fueron anuladas por un solo y abrumador torrente de... rabia.

"Lily?" Hermione preguntó tentativamente, ya que cada músculo en el cuerpo de Lily parecía congelarse y sus puños apretados por sí mismos.

Lily podría haber digerido una aventura con Cho Chang. O incluso el ciertamente hermoso y talentoso Fleur Delacour. O incluso Hermione. Eso, podría haber tomado, podría haber procesado, y probablemente se habría sentido herida. Probablemente se habría sentido traicionada.

Pero esto no era Chang, o Delacour, o Hermione. Esto fue... ella. Eso maldito perra.

Y eso envió a Lily tambaleándose cerca de un borde que nunca había conocido antes. Ella siempre había sido llamada de mal genio por sus amigos, pero esto era más allá solo un roce con ira. Esto era ira, ardiente calor blanco dentro de ella, rabia de un tipo que rara vez había conocido antes. Sus ojos verdes – normalmente feroces y expresivos – ahora estaban arremolinándose de furia.

"Lily?" Hermione lo intentó de nuevo.

Lily logró relajar los músculos de su cuello y mirar a la niña, que se estremeció de inmediato.

"No me sigas", dijo Lily, su corazón latiendo contra su pecho y su voz peligrosamente nivelada, "Te aconsejo que regreses a tu dormitorio. Y decir nadie de esto."

Hermione la miró y dio un paso atrás involuntariamente. Lily frunció los labios, cada nervio de su cuerpo congelado en la anticipación sin aliento de una explosión ardiente, empujó a su informante alarmado y salió de sus habitaciones, la puerta se abre de golpe por la fuerza de su magia indómita.

Narcissa no podía recordar sentirse más feliz en su vida. Todavía había ese pequeño pensamiento niggling – que otro mujer – se negó a disfrutar de esta noche, pero de nuevo, nunca había conocido realmente la felicidad que no se vio empañada por una pequeña mancha.

Sabía que la idea volvería a molestarla más tarde, y que pronto tendría que extraer la verdad de su amante. Pero por ahora, ella simplemente quería reflexionar sobre la alegría de su antigua compañía. El recuerdo de su tocar.

Ella era un mujer una vez más. Y eso la hizo sentir más especial, más hermosa, de lo que había sentido antes.

Pero justo cuando comenzaba a caer en recuerdos felices de la noche, con la promesa de sueños felices una vez que cerró los ojos y se durmió, la puerta de sus habitaciones se abrió de golpe para revelar a un invitado muy inesperado, que rápidamente cargó en su habitación. Narcissa se levantó inmediatamente, solo para contemplar... Lily Potter.

Un muy furioso Lily Potter, con su rico cabello rojo torcido, los dientes desnudos y la varita lista.

Narcissa se levantó tan pronto como Lily cerró la distancia entre ellos. La pelirroja golpeó su palma sobre la mesa de madera que yacía en su camino y la usó como palanca para saltar sobre el escritorio. Luego entró en Narcissa y se volvió para que la rubia fuera empujada a la pared al pie de su cama. El brazo izquierdo de Lily golpeó en su garganta, ahogándola, incluso cuando Lily apuntó su varita a la cara de Narcissa con la derecha