Al llegar a mi pieza me puse a jugar, aunque la verdad ese juego no me entretenía demasiado, necesitaba una excusa para olvidarme de todo un rato y digamos que estuve toda la tarde jugando.
-(Ya me cansé.)- Deje el celular sobre la mesa de luz para ponerlo a cargar, abrí mi ventana dándome cuenta de que ya era de noche, la luna estaba muy linda.
-La puta madre que me re mil parió. De seguro mi hermana ya se fue a trabajar.-
Fui hasta la cocina donde tome un poco de agua y comí una manzana, volví a mi pieza para acostarme.
Estuve durante cinco horas dando vueltas en mi cama pensando sobre que podría hacer y tome la mejor decisión del mundo que es Nada, no haré nada y al igual que hizo Nicolás fingiré que eso nunca pasó ni lo del boliche ni lo que había pasado en la casa de él aunque sea difícil porque ahora que siempre que iba a verme en el espejo podía ver todas esas marcas y cada uno de los recuerdos volvía, no podía creer que me sentía tan bien ese día por un hombre.
-No puedo dormir.-
7:22 A.m
-(¿¡Quien mierda jode a esta hora!?)- Pensé Mientras me levantaba a abrir la puerta que la estaban tocando con insistencia, no había dormido bien y que alguien venga a romperme las pelotas era molesto.
Al abrir la puerta lamentablemente me encontré con mi mejor amigo.-Hola, Nicolás ¿Qué pasa?-
-¿Cómo qué pasa, Gonzalo? Me dejaste en visto.-
-¿¡En serio!?- Era verdad, se me había olvidado responderle el mensaje ayer.
-Perdón, pensé que te había contestado.--¿Estás enojado conmigo?-
-¿Qué? ¿Por qué pensas eso, boludo? No estoy enojado con vos.-
-Es que no sé, gato, vos me sueles contestar siempre.-
-Se me fue está vez, boludo.-
Nicolás dio un suspiro.
-Perdón, ¿te desperté?-
-No, Para nada.- Si, si lo había hecho.
-Gonzalo... ¿Vos sentís algo por mí? Ahora que me acuerdo todo lo que pasó ese día al parecer si te gustaba.-
-Boludo, estábamos borrachos tanto vos cómo yo, no estábamos cuerdos.-
-Ya sé que no lo estábamos, pero quiero saber si te gusto.-
-¿Por qué querés saber, Nicolás?-
-Porque a mí me gustó.- Su tono de voz parecía ser serio y me miraba directo a los ojos.
Me quedé confundido, ¿no estaba bromeando? ¿Por qué el admitía eso como si nada? Solo pude desviar la vista hacia otro lado apenado.
-Nico, escúchame... Estás confundido vos, no sos marica.-
-No, no lo soy, soy bisexual.-
-¿Bise qué?-
- Bisexual, me gustan las mujeres y me gustas vos. Para mí el que acá está confundido sos vos.-
-¿Yo? Nada que ver.-
-Gonzalo, no quiero pelear ni nada con vos, pero Por favor Pensá un poco en como de verdad te sentís ¿Sí?-
-No tengo que pensar en nada.-
-¿Querés que te recuerde que cuando estabas en mi regazo te estabas frotando con mi pene?-
Al escucharlo no pude evitar sonrojarme, qué puta vergüenza ¿Por qué me tenía que hacer recordar eso? No soy gay solo me dejé llevar por el momento y el alcohol, creo.
-¡Cerra el orto que está mi hermana, Gil!- Le dije en un tono algo alto.
Nicolás se empezó a reír y al ver su sonrisa hizo que mi corazón latiera con fuerza y rápido otra vez.
-(Te voy a clavar un cuchillo corazón culiado.)- Pensé, agarre a Nicolás del brazo y lo lleve a mi pieza.
-¿Eh? ¿Qué pasa, Gonza?-
-Acá vamos a hablar mejor ¿Sí?-
-Está bien, habla.-
Me senté sobre la cama.
-Sobre lo que pasó en el boliche... Los dos nos dejamos llevar aún no sé qué estábamos pensando en esos momentos, pero estoy seguro de que no sabíamos que estábamos haciendo eso con el otro.-
-Sí, si lo sabíamos, Gonzalo.-
-¿Cómo estás tan seguro, boludo? Ni estabas sobrio vos.-
-Porque ambos nos estábamos hablando por nuestros nombres, no decíamos el nombre de otra persona ni nada... se que fue culpa del alcohol pero sabíamos quien era el otro.-
-Me enferma que seas tan confiado.-
-Y a mí que siempre estés negando lo que sentís, si ahora mismo te toco o te beso estoy seguro de que me dejarías sin ninguno problema.-
Nicolás se sentó a mi lado, deje caer mi cabeza sobre su hombro, era cómodo.
-Nico... ¿Podemos dejar el tema? Por favor, no quiero que esto termine en una pelea.- Odiaba la idea de pelear con él y más si es por este estúpido tema.
Él me miró y solo acaricio mi cabello con delicadeza.
-Está bien, boludo, dejemos el tema.-
Me sorprendió su respuesta... Pensé que iba a seguir insistiendo por más tiempo, pero al parecer me equivoqué, pensé de más las cosas aun sabiendo que Nicolás era una persona que respetaba mucho la decisión de los demás.
11:09 a.m
Estuvimos muchas horas hablando de boludeces, ya era hora que Nicolás se vaya, se levantó y me miró.
-Che, me iré a ver a Kevin más tarde.-
-¿Qué? ¿Me estás jodiendo, Nicolás? No, no es buena idea.-
-No, es en serio, ya sé que no es buena idea, no soy tan pelotudo, pero tengo que hacerlo, no tengo otra opción él me anda buscando.-
-Te acompaño entonces.-
-No, si llevo a alguien me rajan, estaré bien hice un trato con él.-
-Sí, boludo, pero ya sabes cómo es, Kevin dice una cosa y luego sale con otra pavada.- Mi tono de voz sonaba bastante molesto en esos momentos.
-Estaré bien, no te preocupes.- se me acercó y me dio un abrazo.
Di un suspiro, no quería que vaya, pero este morocho era bastante testarudo en algunas cosas, la última vez lo cagaron a piñas y aun así otra vez quiere ir como si nada.
-Bueno... Cualquier cosa llámame.-
-Está bien.-
Al verlo irse estaba tan preocupado, tenía miedo de que le hicieran algo.
El se sabía defender muy bien pero el problema es que se confía demásiado en las demás personas y baja la guardia con facilidad... Pero quizás de nuevo solo estaba pensando de más.
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Flechado.
RomanceDos mejores amigos de la infancia, Nicolás y Gonzalo, nacieron en un pueblo algo peligroso en Argentina. Ambos podrían considerarse "Turros" tenían al otro como prioridad, y su relación va avanzando cada vez más como sus sentimientos hacia el otro...