5:12 p.mEstaba sentado en la vereda frente a la casa de Nicolás, mi mejor amigo. Estábamos tomando algo mientras hablábamos en qué posición le daríamos a la hermana del otro.
—Anda, gato ¿Sabes qué? Hoy voy a poner a tu hermana en cuatro.— Bromeé.
—Yo te pondría en cuatro ahora a vos sin ningún problema, Gonzalo.— Él sonrió y me tomó por el mentón, acercando sus labios a los míos, casi tocándolos.
—No jodas, Nicolás, no te pongas de maricón ahora.— Moví mi cabeza hacia un lado, evitando cualquier contacto con él. Siempre se le hacía fácil bromear de este modo y lo hacía cada vez que podía, lo que me ponía algo nervioso.
—Bue', fue un chistesito nomás.
—Lo sé, Nicolás, lo sé.— Tomé el vaso de Fernet, que era una botella cortada por la mitad, y tomé un trago. Miré a Nicolás, que ya estaba distraído fumando su cigarro…no lo había notado antes, pero era bastante fachero, Bue' ¿Cómo no iba a serlo? Es morocho, alto, buen físico, pelinegro y encima tiene el cuello tatuado. Seguramente cualquier piba estaría detrás de él... Lo único que arruina todo es que sea hincha de Boca.
Su mirada pasó de su cigarro a mí en tan solo segundos.
—¿Qué pasa, Gonzu? ¿Ahora si querés besarme? Me andas mirando mucho, Gil.Le di una piña en el hombro. —Cerra el orto, querés ¿Tenés tantas ganas de besarme? Llevas un buen rato diciendo eso.
Ni siquiera me di cuenta del mucho tiempo que estuve mirándolo.
—Quizás.— Dijo en tono de broma.
—Bueno, ya está... córtala.— Mi corazón latía rápido. Me tomé un trago de Fernet para quitarme esa desagradable sensación.
—Para, boludo, no tomes así.
6:44 p.m
Llegué a casa, sintiéndome algo confundido. ¿Qué me pasa con él? Estaba acostumbrado a sus bromas de maricón, pero esta vez sentí algo diferente... como si quisiera besarlo en serio. Me serví unos mates.
—¿Qué pasa, hermanito?— Dijo Brenda, mi linda hermana mayor.
—Nada, problemas míos y de Nicolás.— Mi celular vibró en mi bolsillo. Lo saqué y vi una notificación. —Hablando del rey de Roma.
Nicolás: {Che, creo que preñe a una mina.}
Al leer ese mensaje lo único que podía pensar era en lo pajero que podía llegar a ser ese pibe a veces.
Gonzalo: {Más te vale hacerte cargo, no seas gil.}
Nicolás: {Si es mío, te juro que me haré cargo}
{Igual ni sé, boludo, por qué la mina anda con un pibe nuevo cada día ¿Viste?}Gonzalo: {¿Pero ella te dijo que es tuyo?}
Nicolás: {Sí.}
{Pero creo que la embaracé por Bluetooth porque nunca me acosté con ella jajaja}Gonzalo: { Uhh anda a cagar, me re asusté.}
¿La verdad? Sentí un alivio en mi corazón.
—Brenda ¿Querés unos mates?—Gracias, Gonzalo, pero no... ya me tengo que ir a laburar.
—Bueno, chau.— Me dio un beso en la mejilla, agarró su cartera y se fue... estar solo en casa se sentía horrible.
Me quedé tomando mate mientras veía las noticias.. Quizás de esta manera mi mente dejara de pensar en Nicolás.
ESTÁS LEYENDO
Flechado.
RomanceDos mejores amigos de la infancia, Nicolás y Gonzalo, nacieron en un pueblo algo peligroso en Argentina. Ambos podrían considerarse "Turros" tenían al otro como prioridad, y su relación va avanzando cada vez más como sus sentimientos hacia el otro...