El galopar de un caballo, el sonar de una armadura, el grito de ayuda callaron el ruido rutinario del mercado, un caballero que custodiaba el sendero caía ante sus compañeros sin fuerzas, el caballo un animal formidable y muy bien cuidado caía muerto sin alguna razón, en sus últimas palabras entre sangre de su boca dijo "prepárense y que Dios se apiade de sus almas" al exhalar su último aliento de su boca salió un alacrán, desconcertados los caballeros dieron la advertencia cuya voz no cayó en oídos sordos y el reino en su totalidad se preparaba para recibir la amenaza, prohibiciones y toques de queda fueron impuestos, los mercaderes eran escoltados hasta las proximidades del reino durante el día. "¡PREPARADOS!" Grito un vigía a los arqueros cuyo movimiento de arbolados y volar de las aves hizo alertar, los arqueros apuntando a los arbustos, cada vez más cerca, era rápido, ágil... SALTO de entre los arbustos y árboles un ciervo cuyo nerviosismo fue detenido en seco por la certera puntería de un arquero, dado que el sufrimiento del animal no había culminado un hombre fue a darle finalidad a sus agonía. Se acercó, sacó su espada y la enterró en su cuello después de matarlo de sus boca salió un alacrán, el caballero consternado salio huyendo hacia los muros del reino.
