Nada

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El silencio era el nuevo gobernante del reino, el viento hacia danzar casi de forma burlesca los estandartes que anteriormente eran portadores del símbolo real y ahora nada más son unos simples pedazos de tela, la anciana posada levemente en su pulido bastón no hace más que lanzar una simple carcajada. Pasaba por el comercio del reino; anteriormente era un prospero y creciente punto de intercambio, paso por el puerto; quizás pequeños en comparación de los puertos de otros reinos pero que albergaba un sin fin de posibilidades. Se detuvo en frente de una choza de pescador, bastante bien cuidado en comparación al resto de su semejantes y con una vista privilegiada al horizonte siendo esta la única que no era tapada por las velas de los barcos, la anciana se acercó a la puerta y tocó, "Adelante" se escucho provenir de su interior de una voz rasposa y anciana. Abrió la puerta y al verla el pescador le dijo a la anciana "JA, JAAA como te espere amiga a que llegaras al fin."

Lo perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora