୨୧⸝⸝﹕Second chance﹐✦ ‹𝟹 [MinSung]

★﹐ 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏 .﹗﹑

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Había pasado ya unos pocos meses desde su separación, Han solamente se quedaba en casa sin querer salir a ningún lado a sus 20 años ya viviendo solo en un pequeño departamento en el que compartió muchas memorias con Lee Know pero eso era lo de menos, su mayor problema era ahora que no tenía comida y no tenía otra opción más que ir al supermercado.

—Podría ir a al súper cerca de la casa de Lino, todo es como veinte veces más barato que en la tienda que está al lado.— pensó en voz alta mientras se quejaba y daba vueltas en la cama. —Dios, sé que he sido malo al enojarme por una estupidez pero por favor no me hagas encontrarme con Minho en el súper.

Se paró de su cama y se dirigió al baño para poder tomar una ducha, eligió su outfit más común; un pantalón blanco y un suéter café que eran como dos veces más grande que su talla. No quiso usar accesorios esta vez como a veces lo hace, solamente se puso esa cadena que el mayor le regaló en su primer aniversario.

—Maldición, es horrible esta sensación de aún amarlo... bueno que importa, de seguro rehizo su vida y yo aquí deprimiéndome.

Tomó las llaves de su casa y su cartera, salió de su hogar y lo cerró, caminando por las calles escuchando música en sus audífonos. Caminó por unos quince minutos escuchando música sin fin.
Al llegó al supermercado y tomó un carrito de este; lo principal era comprar la comida y después lo necesario para la limpieza. Mientras recorría los pasillos de la tienda, accidentalmente chocó con alguien.

—¡Ay no!
—¡Ay no!
Dijeron los dos chicos mientras hacían pucheros y fruncían el ceño. Han Había chocado accidentalmente con Lee Know. "Dios, una cosa, una cosa fue lo único que te pedí." Se repetía a sí mismo los dos chicos.

—¿De las 28mil tiendas que hay, decidiste venir la que está al LADO de MI casa?— Cuestionó con un tono dramático el mayor mientras miraba con "odio" al menor.

—Yo puedo ir a la tienda que yo quiera.— Contestó de mala gana mientras se dirigía a otro lado.

Los dos no dejaban de "encontrarse" en los pasillos... en realidad Lee Know se la pasaba siguiendo al pobre Han Ji-sung. El último mencionado quiso tomar una caja de cereal la cual era la última y rápidamente Minho corrió hacia él y tomó la caja mientras huía con esta.

—¡Ey! ¡¿Qué carajos crees que haces?!
—¡Queti!
—¿Queti?
—QUE TI IMPORTA

Lee Minho solo se echó a reír junto con Han ignorando esa sensación que los dos estaban sintiendo en el interior de su pecho.
Ji-sung pasó por los desodorantes donde Lino estaba, posteriormente el más joven agarró un desodorante y lo echó en el carrito del mayor.

—¿Qué haces?— preguntó ahora el más alto de hebras ahora moradas.
"Carajo, se ve jodidamente atractivo con el cabello así." Pensó el menor mientras no podía despegar sus ojos del contrario.

—Luego me lo agradecerás.— Respondió Han mientras salió corriendo soltando pequeñas risas.

"Dios, Lee Know ya supéralo."
"Dios, Han Ji-sung ya supéralo."

Pensaron los dos al mismo tiempo sin saberlo. Pasó un rato y Minho llegó con in enjuage bucal y lo colocó en el carrito de Han.

—Toma, te hace falta.
—¡Tu culo!

Los dos jóvenes adultos se la pasaron así durante alrededor de una hora, molestándose y colocando cosas en el carrito del otro. Ya era mucho juego y era momento de comportarse como los adultos (no) responsables que eran e ir a pagar.

—Ay, al fin podré pagar e irme a casa.— Pensó en voz alta el menor mientras que escucho unos pasos apresurados y en un abrir y cerrar de ojos, Lee Min-ho se encontraba frente a él haciendo fila. —¡Ey! ¿Por qué carajos te metes?

—¿Con esa boquita besas a tu mamá?
—Y a ti qué te importa. Idiota.

Ya después de pagar y salir del súper mercado, cada quien hizo su camino a casa con las bolsas del súper en mano. Han era quien tenía que caminar más tiempo mientras que Lee Know solo dar unos cuantos pasos y ya. Al llegar a su casa, el mayor colocó las cosas en la alacena mientras sonreía felizmente de haber podido ver a su ex amante nuevamente.
—Dios, ponlo en mi camino otra vez, haré lo que sea pero sé que somos el hilo rojo del que a él tanto le gustaba.— Rezó el pelo morado con sus ojos cerrados y sus manos juntas en forma de estar orando.

En casa del más joven, Han lo primero que hizo fue echarse al sillón y patalear felizmente mientras sonreía de oreja a oreja.
—¡AAAAAAAAAH! GRACIAS, GRACIAS POR PONERLO EN MI CAMINO... espera, ¡No! Te dije que no lo quería en mi camino... ¡agh!

~Fin