A veces pienso que he nacido en la sociedad equivocada, pero no creo que sea exactamente así.
El fallo es que lo bello sea lo que vemos en una pantalla, distorsionado por tantos arreglos, imágenes falsas que nos hacen creer que una persona perfecta y sin problemas de verdad nos rodea en este mundo.
Pero déjame decirte que no, trato de advertirte para que no pases lo que millones de personas pasaron.
No trates de perseguir lo divino y céntrate en mejorarte poco a poco a ti mismo, a una persona completamente real, que existe de verdad en el mundo que nos rodea, y con muchos motivos para hacerlo.
¿Para qué queremos ser perfectos? Lo real no es perfecto, y aquello que es perfecto, no es real, por eso, muchas veces un personaje de un libro puede parecer un referente, pero nunca saldrá de los montones de papel ni vivirá su maravillosa vida rodeado de un mundo que no permite ni espacio para respirar.
Todos deberíamos encontrar ese espacio, y si por alguna razón, los problemas se nos enredan y no nos permiten dejar de sobrepensar, ¿por qué no pasamos un poco de ellos y disfrutamos de algo especial?
Lo que sea, con tal de buscar una distracción que nos sirva de escape para que no ocurra algo peor.
A lo mejor te parece algo exagerado, pero sobrepensar sobre una situación, a una persona puede producirle pasar un muy mal trago.
Y si para solucionarlo podemos contar con la ayuda de especialistas, ¿por qué permitirse ir a terapia es un privilegio?
Si una persona no tiene suficiente dinero, parece que no tiene derecho a darse la oportunidad de poder sanar.
Pero cuando pasa un tiempo y le ves perder su esencia y que ni siquiera tiene fuerzas para sonreír, te empiezas a preocupar por ver qué decisión irá a tomar.
Mi opinión es clara, y esta es que todo el mundo debe cuidar su salud mental, porque una enfermedad física es igual de válida y grave que otra originada en el cerebro.
Y no se trata de mirar solo por uno mismo, a veces debemos escuchar el insonoro grito de auxilio de alguien y acudir para calmar, o a lo mejor solo para acompañar y abrazar.