#𝗢𝗢6 ‧₊˚

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Beomgyu quería golpear a Yeonjun.

Quería ponerse frente a él, mirarlo a los ojos, ser capaz de enfrentarlo y poder decirle que no era necesario que le mintiera, que podía ser sincero con él, porque Beomgyu no le creía nada de toda esa fachada de estudiante, novio, amigo e hijo perfecto que le vendía a todo el mundo.

Beomgyu quería ser capaz de decirle que podía confiar en él a pesar de que Yeonjun lo odiara.

- Bueno, ¿por qué estás enojado, Beom?

Levantó la vista cuando en la habitación entró su psicólogo, Yongsun, sonriéndole ampliamente, y trató de relajar su expresión seria y enojada.

Yongsun se sentó en el puf frente a él.

- Estás enojado, ¿qué pasó? - preguntó Yongsun hablando en voz alta, pero usando el lenguaje de señas también.

Beomgyu agarró el lápiz de color amarillo sobre la mesa, comenzando a apuñalar las pobres hojas que Yongsun solía tenerle para que dibujara o escribiera.

- Beom, Beom, ¿qué haces? - insistió Yongsun. - ¿Qué hemos hablado acerca de tus emociones? Las hojas no te han hecho nada.

Lo ignoró y Yongsun suspiró, tomándolo de las manos para detenerlo. Beom forcejeó, enfurecido, antes de abrir su boca.

- ¡Mordidas no, Beomgyu! - regañó Yongsun.

Beomgyu soltó un ruido extraño, entre un bufido y un gruñido.

Yongsun logró que soltara el lápiz y las hojas, mirando el papel blanco arruinado.

- Odio que se vean blancas y perfectas. - expresó Beomgyu. - Me gusta que estén sucias, que se vean feas, como yo.

Yongsun frunció los labios, pensativo, negando con la cabeza.

- No estás sucio, Beomgyu. - dijo Yongsun con calma, como si el arrebato de Beomgyu no hubiera llamado su atención. - ¿Has tenido pesadillas?

Beomgyu hizo el amago de agarrar nuevas hojas, pero

Yongsun le miró con advertencia.

- ¡Lo odio! ¡Lo odio! - soltó Beomgyu amurrado. - ¡Es... es un idiota!

- Beomgyu, no estoy comprendiendo nada. -contestó Yongsun.

- ¡Yeonjun!

- ¿Es un nuevo amigo?

- ¡Es un grano en el culo!

- ¡Beomgyu!

- ¡Me mira como... como si yo fuera tonto, y trato de ser agradable con él, pero es falso, es un hipócrita, es un cínico, y eso me enferma! ¡Odio a la gente mentirosa! - Beomgyu soltó un resoplido. - ¡Me odia, ¿cree que no lo sé?! ¡Pero se porta bien conmigo porque es un tonto lameculos que tiene que ser bueno con todo el mundo! ¡No quiero que sea bueno conmigo! ¡Quiero que me odie y me lo demuestre!

Yongsun no dijo nada por varios segundos, con expresión sorprendida y algo divertida por lo que le estaba diciendo Beomgyu. Terminó por sacudir la cabeza.

- Creo que debes ser el primer paciente que me dice que quiere ser odiado. - comentó como si nada, anotando algo en sus hojas. - Beomie, ¿quieres comenzar desde el principio?

Beomgyu soltó un nuevo bufido, rodando los ojos para luego hacer una mueca cuando Yongsun le pegó en la frente con su lápiz, llamando su atención. El psicólogo le miró con insistencia, y Beomgyu no pudo evitar recordar esos primeros días de años atrás, cuando estaba comenzando a ir y odiaba a Yongsun, porque Yongsun era un adulto desconocido. Además, le hacía preguntas tontas, sin sentido que no podía comprender y solía morderlo si perdía el control de sus propias emociones.

𝙢𝙪𝙣̃𝙚𝙦𝙪𝙞𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝙥𝙤𝙧𝙘𝙚𝙡𝙖𝙣𝙖 | 𝙮𝙚𝙤𝙣𝙜𝙮𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora