¿𝗦𝗲𝗿𝗶́𝗮𝘀 𝗺𝗶 𝗰𝗼́𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗲?

1.4K 97 22
                                    

— Lo días pasaron, la relación entre Y/N y Alastor no era ni muy buena ni muy mala, exactamente pasaron 3 días desdé aquella noche que Alastor desconfianza considerablemente de ella, a pesar de que no haya hecho un movimiento conspiraba en que tenía una especie de plan para exponerlo. Alastor se encontraba con unos inmensos deseos de comer un buen filete de carne humana, pues pauso temporalmente todo movimiento sospechoso que lo inculpara, pero esa tarde no dejaba de pensar en las ansias de matar y comer a su presa. Inmediatamente pensó en su amante la supuesta "entrevistadora" que no era más que una simple presa que tenía en sus garras. No quería levantar sospechas, fue así que cito personalmente a la amante que fuera directamente a su casa sin que nadie supiera la compañía o que alguien la siguiera. Toda la jornada de trabajo fue tranquila, lo curioso es que Alastor quiso distraerte con sus chistes rancios toda la tarde, tardo un poco en que entrarás en confianza, comprendias su humor por lo que no parabas de reír.

Alastor: Fue así que yo le dije al jefe de bar que sacara a esos sapos del baño. – Carcajadas provenían desdé su boca–

T/N: Tus chistes e historias suenan realmente inquietantes, no creí que serias tan interesante. – Dijo riendo a la par que él.-

Narra Y/N:

— Fue una tarde muy sospechosamente maravillosa, debo admitir que fue muy gracioso, después de mucho tiempo pude reír, una vez acabe mi jornada amablemente me acompaño Alastor hasta la puerta de mi casa, todo el camino a casa me hacía reír, incluso llegué a dudar si era él el asesino que buscaba, me despedí de él amablemente con un apretón de manos. Posteriormente se retiro aquel locutor que de cierto modo parecía encantador.

Narra Alastor:

— Una vez que dejé a Y/N  limpie mi mano, pues de todas las personas con la que interactuava físicamente eran mejores que el tacto de Y/N sentía solo eran mentiras al estrechar su mano, no confiaba para nada en ella, incluso pensaría que sólo su misma presencia hace mis días oscuros,esta tarde mis expetativas fueron superadas, no pensé que entenderia mi chistes y anécdotas. Estaba en un debate mental entre si confiar o odiarla, debido a la circunstancias tan incómodas que pasamos estos últimos días. Comencé a caminar directo a mi casa, tenía muchos planes con aquella amante, prepare una grandiosa cena, dos copas del mejor vino con poca iluminación. Me puse mis mejores ropas pues esta ocasión lo ameritaba. Tocaron la puerta y en un instante la abrí, mi sonrisa se amplio demasiado, era una agradable compañía lastima que ella sería mi aperitivo esta noche, ella entro a la casa inmediatamente entro en confianza, se puso cómoda.

Alastor: Querida, preparé una cena especialmente para ti. -Dijo ofreciéndole haciento el cual estaba cerca de la mesa con la cena sobre ella.-

X: Muchas gracias Alastor, siempre muy lindo conmigo. Está es una maravillosa noche. -Tomó el dichoso asiento que le ofrecía, no sabía como describir lo emocionada que estaba, fue así que comenzó a comer y tomar de la copa de vino, Alastor solo la acompaño con la copa de vino ya servida.- ¿No comerás acaso, cariño?

Alastor: Oh no querida, de hecho estoy esperando mi cena. -Jugueteaba con la copa, anclo aquella mirada sobre la chica con aquella sonrisa pero está vez era como si un lobo estuviese casando a su presa, una sonrisa llena de sadismo y juguetona.-

X:¿A que te refieres? -Continuaba comiendo, pues la amplia confianza que existía entre ellos dos evito el miedo y la tensión sobre el momento.-

Alastor: Digo que, esta noche te voy a devorar, y no estoy hablando sensatamente de contacto físico. -Comenzó a reír incontrolablemente, incluso había puesto una mano en su frente, solamente el entendía su extraño humor.-

-  𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐶𝒉𝑎𝑜𝑡𝑖𝑐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora