- 𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐶𝒉𝑎𝑜𝑡𝑖𝑐.

𝗔𝗺𝗲𝗻𝗮𝘇𝗮𝘀.

— 📍Betsabé.

Después de un plan en el que creían haber hecho progresos, decidieron celebrar, ya que la noche aún era joven. Todos se dirigieron a la casa de Rosie, donde disfrutaron de unas bebidas, afortunadamente Husk ya había tomado la iniciativa. Rosie y Alastor incluso hicieron apuestas, todos se encontraban sentados en la sala frente a una pequeña mesa. Sin embargo, a pesar de la alegría de la celebración, no pudiste evitar sentir una sensación de sospecha. Yekun, una persona completamente desconocida para ti, no dejaba de interferir en tus pensamientos. Tanto fue así que decidiste alejarte de la convivencia y te dirigiste a la azotea de la casa de Rosie. Te sumergiste en tus pensamientos hasta tal punto que Alastor comenzó a extrañarte en la celebración.

Y/N: ¿Será que tenga más planes en mente?…

Por lo que te busco discretamente por toda la casa, Rosie se había quedado dormida de lo tanto que bebió llena de alegría.

Tus pensamientos silenciosos fueron interrumpidos al escuchar pasos acercándose. Estabas recostada en la pared, admirando la inmensa luna de esa noche, que parecía tener vida propia. Una silueta captó tu atención y, a pesar de la oscuridad, reconociste aquellos ojos de color café rojizo. Confirmaste que era Alastor, quien llevaba dos copas de vino y una tabla de quesos, como una especie de sorpresa para ti.

Alastor: Querida, no es bueno que estés aquí sola, alguien podría venir por ti. – Él dichoso se sentó a tu lado, ofreciéndote una copa.–

Aunque Alastor parecía haber bebido un poco, mantenía su elegancia y cortesía. Eso fue lo que más destacó para ti. Tomaste la copa de vino que te ofreció y sonreíste levemente. A pesar de que solo eran socios, habías desarrollado un cierto cariño hacia él, aunque la confianza aún era escasa.

Y/N:Me gusta pensar a solas…

Alastor: No es necesario, déjame pensar contigo. ¿Qué es lo que estamos pensando?

Y/N:Bueno, realmente pienso en Yekun y mi hogar. Mis pertenencias son las que más extraño, la ropa de Rosie es muy linda, pero, no me gustaría depender de ello. – Tomabas un sorbo de la copa, tus expresiones eran melancólicas y serias.–

Alastor: Descuida, si te sirve de algo, te ofrezco mi hogar. Incluso él de Rosie si te sientes más cómoda. – Él moreno te miraba intentando buscar soluciones a tus preguntas sin respuesta.– Mientras que lo de Yekun, te aseguro que encontraremos una solución.

Y/N: ¿Seguro? No quiero ser una molestia…

Alastor: Para nada, somos socios y amigos, y nos ayudamos mutuamente. – Te ofreció su mano en forma de cariño.–

Pensaste demasiado en eso. Observaste aquella mano masculina y a pesar de sentir desconfianza, la necesidad de su contacto estaba presente. Olvidaste uno de tus traumas y permitiste el contacto físico.

Y/N:Todo tiene arreglo…Menos la muerte.

Alastor: Así es querida, aunque, con las influencias perfectas claro que también tiene arreglo. –A carcajadas confesó. Apretó levemente tú mano, señal de que también necesitaba tú contacto.–

— 📍 Betsabé.

La noche transcurrió tranquilamente entre ustedes. Acordaron que durante una semana estarías con Rosie y en la siguiente semana con Alastor, alternando así para garantizar tu seguridad y evitar que descubran tu ubicación exacta. Esta semana le correspondía a Alastor, por lo que comenzaron el día trabajando juntos. Mientras tanto, Husk y Niffty fueron llevados a sus respectivos destinos con seguridad, Niffty a su casa y Husk a dirigir su bar. En el camino, Rosie y Alastor discutieron sobre la mala influencia que Mimzy tenía en Niffty.