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Felix se encontraba empapado en sudor, su cuerpo temblando ligeramente por la anticipación y la incomodidad que le provocaba el celo en plenilunio

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Felix se encontraba empapado en sudor, su cuerpo temblando ligeramente por la anticipación y la incomodidad que le provocaba el celo en plenilunio. 

Los toques en su puerta lo sacaron momentáneamente de sus pensamientos.

"Lix, soy yo, ¿puedo pasar?" su primo preguntó al otro lado de la puerta.

 "Adelante" el pecoso accedió.

La puerta se abrió y Seungmin llegó con una caja elegante y adornada en dorado, lo que hizo fruncir el ceño de Felix al reconocer su contenido. 

Sabía exactamente lo que había dentro: las túnicas tradicionales que debían usar durante el plenilunio, una tradición que detestaba profundamente.

Negándose de inmediato a ponerse la vestimenta, Felix expresó su rechazo con vehemencia. 

"Ni siquiera lo pienses", gruñó, su tono lleno de obstinación. "Prefiero dispararme en la cabeza antes que vestirme con eso", declaró, negándose rotundamente.

Seungmin suspiró, consciente de la resistencia de su primo ante los protocolos y tradiciones familiares.

"Es una orden de tu padre, Lix, debes cooperar" intentó convencerlo de cooperar. 

Felix frunció el ceño.

"Prefiero morir antes que vestirme con eso".

"Por favor, es importante para la ceremonia, además, las criadas están esperando".

Felix lanzó una mirada de desdén hacia las criadas que aguardaban detrás de Seungmin, listas para ayudarlo a vestirse, sabía que para ellas era un honor prepararlo para el plenilunio, pero eso no disminuía su aversión por el proceso.

Felix maldijo entre dientes, pero finalmente cedió con renuencia. 

"Está bien, pero cuando la luna esté en su punto más alto, me convertiré en lobo y lo primero que haré será destruir todo esto".

"Eres todo un drama" Seungmin negó con la cabeza.

Las criadas avanzaron, vistiendo al rubio con el elaborado hanbok de múltiples capas y adornos, convirtiéndolo en un espectáculo de opulencia y tradición, Felix mantuvo una expresión de desagrado durante todo el proceso.

Sintió un nudo en el estomago cuando incluso le cambiaron el collar de castidad que solía tener por uno que fuera a juego con su traje tradicional.

Aunque era costumbre para el tener aquel collar, ya que siempre lo tenia puesto, le molestaba cantidades que incluso para ese tipo de ocasiones tuviera que utilizarlo.

Una vez que estuvo completamente vestido, se observó en el espejo. 

Mordió su labio al ver a su reflejo, recordando a su mamá fallecido en cada detalle, suspiró y se resignó a su destino.

Sombrαs Cruzαdαs | HчunlıxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora