Lee Felıx, el hıjo menor de lα fαmılıα Lee, lı́deres de lα poderosα e ınfluчente mαfıα Sαevus, desαfı́α todαs lαs expectαtıvαs con su fαchαdα αrrogαnte ч fuerte como omegα. Sın embαrgo, detrάs de esα mάscαrα se ocultα un secreto oscuro: lα fαmılıα...
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Hyunjin despertó, sintiendo su cuerpo doler a montones.
El dolor lo sacudió, haciéndolo volver a la realidad de golpe.
Recordó de inmediato la situación en la que se encontraba, y la adrenalina recorrió su cuerpo, poniéndolo alerta.
Todavía estaba amarrado a la silla, sus brazos inmovilizados, observó a su alrededor; todo estaba oscuro y no había rastro de Yongbok.
Frunció el ceño, intentando recordar qué había sucedido antes de caer inconsciente.
La mente le jugaba malas pasadas, fragmentos de recuerdos se entrelazaban sin coherencia.
Recordó que Yongbok lo había llamado por su nombre real
También recordó como el omega había tocado su marca y la había besado, dejando un rastro de besos húmedos por su cuello.
Hyunjin podía sentir aún el calor y la humillación de esos besos en su piel.
Luego, alguien los había interrumpido.
Yongbok se había alejado molesto, insultando a quien lo había interrumpido, y después de eso todo se había vuelto negro.
Se removió en la silla, intentando liberarse de las ataduras, pero sus esfuerzos fueron inútiles, y el dolor en sus muñecas aumentó.
"Mierda," murmuró entre dientes, su voz resonando en el silencio opresivo de la habitación.
Trató de calmarse, de pensar en una estrategia para salir de esa situación.
Sabía que sus guardaespaldas estarían buscándolo, pero no podía confiar solo en eso.
Tenía que encontrar una forma de salir por sí mismo.
Escuchó un ruido suave, como un susurro lejano, y agudizó los oídos.
Podía ser Yongbok o alguien más.
Tenía que estar preparado. Cerró los ojos por un momento, concentrándose en cualquier sonido que pudiera darle una pista de dónde estaba o de quién estaba cerca.
El silencio volvió a apoderarse de la habitación.
Abrió los ojos, la oscuridad era casi absoluta, pero logró distinguir una sombra que se movía lentamente hacia él.
Su corazón latió con fuerza, y su cuerpo se tensó.
"Así que te has despertado," dijo una voz familiar.
Yongbok apareció de las sombras, su sonrisa traviesa visible incluso en la penumbra.
"Espero que hayas descansado bien."
Hyunjin lo miró con rabia contenida.
"¿Qué quieres de mí?"
"Eso depende," respondió Yongbok, acercándose más. "Podemos hacer esto de la manera fácil o de la manera difícil, todo depende de ti, "Sam"."
