Hola, bombones, aquí el primer capítulo de esta historia (Los caps no serán cortos como este) Tengan bonito día <3
"Es horrible sentir que no valgo nada"
Estaba sentado sobre el viejo colchón de una cama en la que compartía con su compañero de vida.
Debajo suyo había un cartón en donde había cosas viejas, entre ellas los juguetes que utilizaba de pequeño y fotografías de su infancia, aunque no era nada buena, creció sin ningún tipo de amor por parte de sus padres.
Con sus manos débiles sostenía las fotografías del día de su boda, hace un año y medio, fue el único día en el que fue feliz.
Pero para él, la felicidad siempre dura muy poco.
No saben cuánto daría para regresar a ese día, en donde su esposo le daba tanta atención y muchos besos antes de dormir y al amanecer, donde le hacía desayunos como muestra de cariños y le repetía un sinnúmero de veces que lo amaba con toda su alma.
Lágrimas cayeron de sus tristes ojos al ver su propia sonrisa tan grande, mostrando lo feliz que era en ese momento, vestido con un reluciente traje blanco y su pequeño ramo de flores en su mano, sonriendo a dirección de su esposo quien también sonreía con alegría.
Pasó a la siguiente fotografía, viendo a su esposo lo abrazándolo con fuerza y depositando un beso en sus labios.
Daría todo lo que tenga a su alcance para volver a ser feliz como en ese momento de su boda, pero muchas veces deseaba no haberse casado nunca con aquel hombre.
Dejó las fotografías dentro de la caja y la guardó debajo de la cama cuando escuchó varios golpes en la puerta vieja que en algún momento podría terminar arruinada después de tantos golpes fuertes que su marido proporcionaba.
Cuando el sonido de los golpes aumentaron con tanta fuerza, Gustabo tragó saliva y con el miedo carcomiendo su ser, abrió la puerta, encontrándose con su esposo ebrio y mirándolo sádicamente.
— Hola — Saludó Fabián, aún sonriendo, amando como su pequeño y estúpido esposo se asustaba -—¿No me vas a saludar? — Cuestionó con mal humor, casi gruñendo mientras entraba a su pequeña casa.
— H-Hola — Gustabo cerró la puerta con cuidado y miró a su esposo ir hacia la cocina y tomar un vaso de agua, después lo ve sentarse en el sillón viejo.
Fabián alzó una ceja y soltó una risa amarga — ¿Eres tonto? Oh espera... Lo eres y más que eso — Alzó su dedo índice, apuntádolo — Pero hombre, ven aquí — Palmeó sus muslos, mirando a Gustabo de abajo hacia arriba.
El joven se acercó a su esposo y este lo atrajo a sus piernas, hasta hacerlo sentar sobre ellas.
Gustabo sintió las caricias sobre su cintura, fueron lentas y cuidadosas, y al verlo sonreír solo le recordó al día en que se casaron, donde estaba sonriendo todo el tiempo y halagando diciendo lo bonito que se veía.
Sus rostros se estaban acercando y Gustabo acunó la cara de su esposo, con su corazón latiendo más rápido al imaginar que se darían un beso después de mucho tiempo.
— Ugh, no pienses que voy a besarte — Fabián arruinó su momento y su rostro fue golpeado por las duras y pocas compasivas manos de su esposo — Ya te he dicho que no me gusta besarte, besas horrible y das asco. ¿Todavía no consigues trabajo? Hay que arreglar esta casa de mierda.
Gustabo, con su mano sobando su mejilla amoratada, respondió: — No, pero mañana pienso ir a un restaurante, o puedo trabajar de limpieza.
— Limpieza — Resopló con burla y se levantó en un movimiento inesperado, Gustabo cayó al suelo, quejándose en voz baja — ¿No puedes conseguir algo mejor?
— No creo que me acepten en un jodido cuerpo de policías...
— Es que no te van a aceptar ni de broma — Escupió — Mírate, eres un debilucho, apenas te puedes levantar de ese mugroso suelo — Alzó la voz — Puedes morir en el intento de querer ser policía, aunque no suena mal, me libraría de ti, pero quiero aprovechar ahora que estás vivo y sigues teniendo un buen culo. Aunque aún no te quiero muerto — Se acercó al joven y lo tomó de la nuca - Porque por eso me casé contigo, para que me des el culo todos los días sin descanso.
Fabián lo llevó al cuarto y lo tiró a la cama — Muéstrame lo que sabes hacer — Dijo con un toque de burla. Gustabo asintió y se empezó a desnudar en la cama — Ábrete para mí, muestra la puta que eres.
El joven tragó saliva cuando el nudo creció en su garganta y no evitó que sus ojos se llenen de lágrimas.
— ¿Vas a chillar, mocoso? — Preguntó con incredulidad y Gustabo negó rápidamente, limpiando sus lágrimas cuando vio que su esposo había apretado los puños.
— No, no lo haré — Siguió negando y se colocó como Fabián quería, abrió sus piernas — Sólo sé cuidadoso...
Fabián se mofa en una sonrisa y se pone en medio de las piernas de Gustabo, acercando su rostro — ¿Aún tienes la idea de que seré suave contigo? — Lo agarró de las mejillas, haciendo que el menor se quejó al sentir los dedos de Fabián hundiéndose en sus sensibles cachetes — Las putas como tú no se lo merecen. Vamos, ¿Cuántas veces has salido en busca de empleo y nada que consigues? Solo demuestra que solo sirves abrir las patas y gritar como una perra en celo, pero hay un trabajo para eso también.
— N-no...
— S-sí — Rió el mayor — No es complicado, aprovecha que tienes un buen culo, porque eso es lo único bueno de ti. Sólo debes pararte en una esquina, Gustabito — Acarició la mejilla amoratada del menor — Y esperar a que alguien decida follarte y pagarte la noche — Miró como el chico negaba con la cabeza, y entonces, gruñó — No vales nada, Gustabo.
— ¿Por qué no puedes amarme como lo hacías antes? — Preguntó con la voz rota, su cuerpo temblando, temeroso de volver a ser un juguete para su esposo. Y un sollozo se escapó de sus labios.
— ¿Será porque no te amo? — Ignoró como el chico debajo suyo empezaba el llanto.
— Entonces, déjame en paz — Alzó un poco su voz, aunque sonó débil.
— Me amas, lo sé. No puedes irte de mi lado, a no ser que yo lo decida. Recuerda que el día en que te escapes de mí, y me entere que estás con alguien más... — Miró amenazante hacia los ojos atemorizados del rubio — Te mataré con mis propias manos, Gustabo.
Lesh<3
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Silencios Rotos🚬 [INTENABO] +18
De TodoUna historia donde Gustabo sufre maltrato de su esposo y se mete al CNP para demostrarle que no es un mediocre como lo pensaba y en donde conoce al superintendente, conocido como el rey de la ciudad, y empieza a sentirse atraído, pero ¿Conway tambié...