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Has escuchado esa leyenda ¿Verdad?
Esa sobre como una mujer ofreció a su propio hijo a la luna con tal de conseguir marido
Seguramente lo has hecho, aunque sea una vez
Pero... ¿Qué pensarías si te dijera que la leyenda esta mal c...
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Te estabas arreglando como todas las mañanas para ir a clases, mirando con detenimiento tu reflejó en el espejo, meditando en todo lo que pasaste el último año, los problemas que pasaste, los amigos que hiciste, los Overblots que enfrentarte.
Creciste mucho como persona en poco tiempo, aunque hubieron momentos difíciles, también los hubieron buenos, pensar en eso te hacía feliz como no lo eras hace un tiempo y te sacaba una sonrisa.
Sin embargó te saliste de tus pensamientos y paralizante con un ligero escalofrío cuando viste en tú reflejó en el espejo algo que te dejó sin aliento...
Un pequeño y brillante mechoncito blanco como diamante resaltaba de entre todos tus cabellos color ____, tu mano empezó a temblar sosteniendo el cepillo y un millón de pensamientos y recuerdos del pasado llenaron tu cabeza, ya te estabas asustando, pero por suerte no vives sola.
-¡¡SECUAZ!!- Y con ese grito de Grimm te trajo a la realidad -Secuaz te estoy hablando hace rato! ¿Cuánto falta para que termines de arreglarte? Ya quiero desayunar ¡Hoy es Martes de Omellete Especial y Tostadas Francesas no quiero perdérmelo!- Refunfuñó él pequeño monstruo cruzándose de brazos.
Te quedaste mirando por unos momentos aun algo shockeada, pero sacudiste tu cabeza enérgicamente y te palmeaste el rostro para volver a tus 5 sentidos y pasar el susto.
-Tranquila ____, no pasa nada, esto no significa nada, sabías que iba a pasar tarde o temprano- Pensaste para ti misma buscando calmarte -Un mechón blanco de pelo no es nada, además se arregla fácil, nada que un tinte no resuelva- Volviste a pensar ya más tranquila.
-Lo siento Grimm, estaba en poco perdida en mis pensamientos- Dijiste ya dejando el cepillo de lado y acomodando tu cabello de manera que ese pequeño mechón blanco acabará escondido entre los de color -Yo también tengo muchas ganas de Omellete Especial y Tostadas- Dijiste con tono más alegre -Apresurémonos o los demás nos dejaran sin nada-
Dijiste en son de broma, buscando ignorar ese descubrimiento entre tus cabellos, pero simplemente no podías hacerlo por más que lo intentaras, ya que ese único mechón plateado te trajo un sin fin de malos recuerdos de tu infancia que te torturaban y se fue poniendo peor conforme avanzó la mañana.
-Fíjate que raro, no es normal que haga eso...- Dijo un estudiante con la mirada clavada en el cielo.
-No se que tiene de raro, a veces lo hace ¿O no?- Le respondió su compañero también mirando al cielo.
-Si pero, cuando está por atardecer o acaba de amanecer, no a las 8 de la mañana- Afirmó el otro chico cruzándose de brazos
Tu sin querer escuchaste esa conversación cuando ibas de camino al comedor para toparte con tus amigos, te detuviste en el pasillo y te asomaste a ver qué era lo que era eso en el cielo que llamaba la atención de esos estudiantes y de tantos otros que tambien tenían posada su vista en el cielo, lo que viste te sorprendió mucho.
