El rechazo dio un final catastrófico para Alastor en muchos sentidos, odió haberlo invocado, sus pensamientos estuvieron nublados por la desesperación y el pánico de sentirse descubierto, empañados por querer resguardarse de sus pecados, en una bruma por el deseo de algún salvador, la reunión con la deidad fue bastante improvisada y ahí yace su terrible error, era evidente que esa deidad no aceptaría sin comprometerlo en algo de lo que se arrepentiría después, pero por lo que entendió de su pequeño encuentro, incluso su vida carecía de valor para él, es por eso que eligió hacer un trato con él en primer lugar. Se negó a hacer tratos con pecados o demonios menores, había oído que los pecados vivían sedientos de sangre y siempre encontraban la forma de tener a sus nuevos súbditos en el infierno poco tiempo después del trato, sin embargo, los demonios menores eran unos tramposos y sin vergüenzas, desesperados por poder, harían cualquier cosa para conseguirlo a costa de tu vida, Lucifer, al ser el rey y tenerlo todo, esperaba de él un precio bajo o al menos un compromiso que no lo alejara de la vida, debió haberse imaginado que la realeza demoniaca, tal cuál como en el mundo humano, jamás querría relacionarse con un plebeyo como él lo era.
No solo odió el encuentro que tuvieron, uno que lo hizo sentir desarmado, inseguro y torpe, si no también odió a el pequeño ser que se había presentado en su sala aquella noche, odió lo seguro que se veía, detestó la condescendencia con la que respondía, aborreció la arrogancia que lo distinguía, todo de él le parecio demasiado de muy poco, o tal vez solo envidiaba la vida segura de crear desgracias sin restricciones que debía tener en su reino, tal vez sea eso, sin embargo su cerebro de vez en cuando lo reenviaba a aquel singular encuentro, analizando la pequeña figura como en una profesión, aumentando la resolución de la imágen, remarcando los detalles, hurgando entre sus recuerdos fue que vio el sutil tacón de sus botas y la sombra celeste en sus párpados, también odió que lo mantuvo intrigado con sus detalles y destellos.
Luego de aquel encuentro, todo fue de mal en peor. Al día siguiente Lewis le informó de reportar el inicio de la búsqueda policial, la sonrisa en su rostro casi cayó cuando lo leyó en el guión, afortunadamente los hilos aún estaban bordados en sus mejillas, cumplió su labor, lo reportó con una voz seria y afligida, con un espejismo de empatía creado exclusivamente para su audiencia, incluso cuando la sangre bombeaba aceleradamente por sus venas y las burbujas de ácido gástrico no habían dejado de explotar.
El miércoles, la mitad de la semana, tuvo la desgracia de reportar que un hombre había visto en la madrugada del domingo salir del bosque en una bicicleta, podría estar relacionado con el caso, esa información lo destruyó, estaba en peligro, caminando por la cuerda floja, o aún más certero, suspendido en un tanque de agua, cualquier tiro acertado lo haría caer y ya podía sentir el frío del agua por su piel, la policía inmediatamente dirigió la búsqueda a aquél bosque y no consiguió mucha información después de eso, no podía estar pendiente de su propia situación, sentía como escapaba de sus manos, la rabia fluía por ellas como agua de corriente.
Aquel fue el cuarto día después del incidente, no habían agregado nada del caso en el guión, le permitió al falso alivio derretirse sobre él, después de todo, solo era la mitad del día, rápidamente llegó la hora del almuerzo, su lugar habitual lo esperaba y el solo deseaba relajarse sentado en una silla acolchada entre los olores de comida casera.
El fue directo a su mesa habitual, que todos los días a esa hora estaría libre para que el tomara su asiento, las sillas eran de madera con diseños, sin cojines, la mesa igual de madera, su simpleza acabada por un pequeño mantel de crochet, tejido tal cual telaraña, más lo que sazonaba su puesto era la venta a su lado, que permitía la vista de las personas y un parque cercano, se sentó en la silla contra la pared, evitando dar la espalda a las personas, el siempre estaría observando, nadie le atacaría con el efecto sorpresa.
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Barajas [RadioApple]
Fanfiction"Porque cuando los humanos están en apuros, requieren la ayuda de deidades. Alastor ¿a quién le rezas?" O Dónde Alastor invoca a Lucifer para ayudarlo en sus crímenes.