Luego del incidente en Raccoon City, las cosas con Leon fueron de mal en peor, ambos estaban peleados debido a fallas técnicas de aquella vez cuando servían a las fuerzas armadas de Umbrella Corp.
Esas cosas parecían no tener fin, hasta que te uniste a la armada del gobierno, como agente estrella del cuartel caminabas por los pasillos de la Casa Blanca, con el uniforme militar reglamentario para ejercer tu servicio.
Uno de tus compañeros, Chris Redfield, te había mandado a llamar de parte del presidente, debido a que cuando él te mandaba a llamar, era porque tenías que atender un asunto importante. Entraste con una postura firme y le dedicaste una leve reverencia al presidente.
-Buenos días, señor presidente -Dijiste con un tono responsable y respetuoso
-Agente ___, gracias a dios está aquí, tenemos una nueva misión para usted visto a que los resultados del la última fueron muy satisfactorios, le encargamos esta vez, que nos ayude -Pidió el presidente al mirarte
-Claro, puede contar conmigo señor -Respondiste asintiendo sin problemas
De pronto, antes de que el presidente volviera a hablarte, la puerta se abrió, dejando ver así a él, tu más grande rival, Leon S. Kennedy, no sabías que hacía el allí ni porque entró tan descaradamente a la oficina presidencial. Al verte, Leon suspiró con algo de molestia, pero no dijo nada al respecto.
-Digame, ¿Que puedo hacer por usted presidente? -Pasó a tu lado y ni siquiera te miró
-La agente ___ está aquí por el mismo motivo -Te señaló con honra -La misión en Alaska es un apartado para ustedes, son mis mejores agentes y confío en que tendrán éxito en esta misión
-Bien, hizo bien en confiarme esta misión señor -Leon asintió y con una reverencia salió
-Confío en ti ___ -Pronunció el presidente mirándote
-Hace bien, señor, traeré éxito para usted y para mí país -Luego de imitar los pasos de Leon, también saliste
Caminas ahora rumbo a una habitación que se te era prestada cuando tenías que cumplir misiones de larga estadía, en ella había lo necesario, un baño personal con una bañera y un lavado a juego con el retrete, una cama grande con frazadas cómodas y una TV, la cual usabas para entretenerte antes de salir.
En una maleta ponías lo esencial, ropa extra para el frío, un segundo uniforme y más cosas de supervivencia que solías necesitar en un lugar como lo es Alaska, luego de revisar tu celular y darte cuenta de la hora que era, buscaste el mensaje de Chris con las indicaciones, pero seguías disgustada con tener que asistir a una misión con alguien tan maldito como Leon.
Saliste con un suspiro de cansancio y resignación hacia él patio principal de la Casa Blanca, arrastrando la maleta con pesadez, a lo lejos pudiste ver a Leon, estaba quejándose con un viejo compañero de trabajo, Hunnigan lo miraba atentamente mientras él rechistaba sobre que tenía que compartir un mes de misión contigo.
Chris pasó a tu lado y se detuvo junto a ti, ambos miraban al hombre quejarse constantemente, él puso una mano en tu hombro y soltó una carcajada.
-Tranquila ___, todo estará bien, esto no es Raccoon City y estarán a salvo en Alaska -Trató de darte más seguridad
-Lo se Chris, pero no puedo olvidar lo que pasó, él le disparó... Acabó con su vida -Respondiste con remordimiento, aquel acto de Leon en ese entonces, te hizo perder la poca esperanza que tenías en él
-Si, vi lo que pasó desde el primer momento en el que esa arma salió de su funda... Pero ___, debes admitir que Logan no era una buena persona, Leon actuó en defensa propia al dispararle, si no, lo hubiera matado con la variante del virus T mas peligrosa que pudo existir, y no descartes que esta misión sea para destruir las muestras que los bioquímicos se robaron en aquel ataque...
