Eunoia [En Proceso]

CAPÍTULO VIII

CAPÍTULO VIII

“Hyacinthus”

05 de junio, año 2019.

JONG.

Nada está vacío, todo se encuentra lleno de algo. No podemos escapar de la tristeza y de la alegría, siempre están presente. A pesar de ello, continuaba sintiéndome similar a un caminante sin rumbo fijo. He hallado atractiva la oscuridad por encima de la claridad, considero que así mis ojos pueden ocultar su propio reflejo. No es bueno dejarse consumir por la pesadez de la lobreguez; el miedo se aprovecha, y empieza a apoderarse de tu cuerpo, tomando de este modo el control de tus decisiones. Estoy a punto de rendirme, pensar que es un gesto de egoísmo me aterra, no obstante, ansío ser libre.

La luz de la luna entra por mi ventana, quiero contarle mis anhelos, sin embargo, «¿alcanza a escucharme?» Reflexioné. No es necesario que la esperanza tenga que vestirse de verde, también es posible de pinceladas de un cielo azul.

Casi olvidaba que Oscar, estaba por llegar, bajé para ayudarle con las bolsas antes de que inicie a soltar sus quejas. Me detuve confundido al presenciar a mi padre recibirlo con extraña exaltación.

—Que gusto verte de nuevo por aquí, Oscar.

—Señor, Lambert —lo saluda con evidente sorpresa.

Desde las escaleras a duras penas escuchaba sus voces, si doy un paso más adelante, podrían verme desde allí, es conveniente mantenerme en secreto.

—¿Vienes a ver a Jong?

«¿A quién más?»

—Si, así mismo es.

—Está bien, supongo que... ¿No te molestaría regalarme unos minutos?

—No, lo escucho —dice, la incomodidad en su voz era perceptible, él sabía que sostener una conversación con mi padre, nada encantador sería.

Sus pasos se aproximaron hasta la mitad de los escalones, con cautela retrocedí en silencio, evitando poder ser visto por ellos. Me ubico en un lugar donde no logre meterme en problemas.

—He abierto otras sucursales de mis empresas de tecnología —enuncia—, mis negocios están subiendo cada vez más. —Continúa dándole larga a su discurso de empoderamiento—. Y como bien sabes, es primordial contar con el apoyo de alguien cercano.

—Suena estupendo lo que a dicho, admiro sus logros. Quizás podríamos equipar nuestra cadena de radios con sus productos tecnológicos.

Que mi padre tratara de hacer tal cosa, era aceptar que yo siguiera con el programa. Y no me equivoco, su breve sosiego se encargó de darme la razón. Lo conozco y sé que no se rendirá tan fácil.