Eres adictivo.

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Se lanzó sobre mi...

Ya era definitivo, abrí las puertas del infierno y también mis piernas por Mello.
Estaba sobre mí, caí al suelo de golpe para quedar por debajo de su cuerpo.
Se relamió sus labios, pude notar como se notaba hambriento.

Estábamos solos y Aunque mi vida dependiera de ello, me quedaría aquí con el.
Me tomó de las muñecas mientras inspeccionaba mi cuerpo, sentía su respiración agitada, como intentado controlar el impulso pero de un momento a otro asaltó mi boca, comenzó a besarme, primero quedé en shock, no pensé que fuera tan intenso, bueno realmente todas las señales lo indicaban pero de todas formas me sorprendió.
Respondí a su beso de forma instantánea, lo hacía muy bien, sus dulces labios eran bastante apetecibles, su lengua traviesa jugaba conmigo, mientras que sentía su cuerpo reposar sobre mi pecho, probablemente detectó mis latidos descontrolados ya que solo quería tocarlo más aún, pero no dejaba de presionar mis manos contra el piso, comencé a descontrolarme yo también, quería sentirlo más.

Me movía por debajo hasta que finalmente me liberó pero solo para comenzar a quitarme la ropa.

Dije adiós a mi playera ya que me la quitó sin preguntar, era bastante ágil y demandante pero yo sólo lo permitía, quedó mi pecho desnudo frente a él y comenzó a inspeccionar nuevamente.

Pasó su afilada uña por mi piel.

-se enrojecerse muy fácil...- me seguía presionando como hipnotizado. -mierda, contenerme va a ser más difícil de lo que imaginé.-

Ante esa afirmación simplemente no pude evitar caer...
-pues no te contengas...- y esa fue la señal suficiente para que se sentara sobre mi cadera, se quitó también la parte superior de su ropa, me parecía justo quedar iguales, además que la vista era estupenda, pude sentir como se enrojecieron mis mejillas... -eres muy guapo...- se me habían arrancando esas palabras y sinceramente sentí la vergüenza de forma inmediata.
Soy el peor para esconder mis emociones.

Noté una pequeña sonrisa de placer en su rostro y de la nada me tomó de la cabeza y me presionó contra su boca mientras jalaba mi cabello, con su otra mano comenzó a presionar mi entrepiernas.
Mi bulto apareció... Y también sentí su erección, subió esa mano por mi cadera para acercarnos aún más y jaló de mi cabello para atrás por lo que solté un gemido. Todo mi cuello estaba a su disposición, sus ojos brillaban para seguir con una mordida fuerte.
Sentí como clavó sus colmillos en mi garganta, fue bastante doloroso pero una ves cometida la acción me comencé a acostumbrar, estaba hundido en mí.

-mmm Mello...- mi sangre pasaba por su boca, mi cuerpo estaba paralizado para su disfrute, comencé a sentirme algo mas débil. -Mello... Duele.- pero ese dolor era placentero, estaba mareado mientras que él también soltaba gemidos por la forma en que tomaba de mí... Sentía como saboreaba mi ser.

Cerré mis ojos, mientras que mis manos se posaron alrededor de su cintura y en ese instante soltó mi cuello, del cual aún salía algo de sangre.

Me costaba mantener la respiración estable y sin duda me daba vueltas el mundo mientras me veía en este estado... No continuó succionando.

-mierda Matt... Tu sangre es de lo mejor que he probado.- me sentí halagado, con eso confirmo completamente que soy un masoquista empedernido.

-me alegra... Que te guste...- me costaba armar una frase completa sin agotarme.

-te daré un premio por esto...- me sorprendió nuevamente, ¿un premio?

Con su ayuda pude quedar sentado junto a él mientras que me bajó el cierre del pantalón... Me vería todo lo exitado que estoy.
Sacó mi miembro que se encontraba atrapado entre mis boxer y se lo llevó a la boca, comenzó a lamer y succionarlo con bastante agilidad, era la mejor sensación del mundo, nunca nadie me lo había chupado de esa manera, soy un maldito caliente.

Vampire Note (melloxmatt) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora