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Holy POV's

Estabamos vistiendonos apresurados, ya ibamos tarde al partido de basket de nuestro hijo, ambos nos tropezabamos tratando de ponernos los pantalones y los zapatos, causandonos ataques de risa.


Una vez Drew estuvo listo, me sostuvo para terminar de ponerme las zapatillas y paso una mano por mi cabello tratando de acomodarlo. Estuve esperando a Drew a que llegara del trabajo mas temprano para aprovechar que Andy no estaría en casa, si no, en el entrenamiento.

— Dios, no se si podré olvidar esta tarde. -besó mis labios.

— Tendrás muchas más. No necesitarás guardar en tu memoria esta en especial. -sonreí y le tomé la mano para irnos al auto. El me siguió embobado. Amaba tener ese poder sobre él. 

El me abrió la puerta del copiloto y luego se subió por su lado. La secundaria de Andy no quedaba muy lejos por suerte. Alcanzaríamos a llegar a tiempo.

— Te ves hermosa. Si se te acercan mucho otros padres los arrestaré. -bromeó.

— Es facil para ti decirlo señor poli, que haré yo, con todas las demás mamás babeando por ti, ¿editarlas?

Nos ha pasado mucho que llamamos la atención en las actividades escolares de Andy, siempre somos los padres jóvenes. Drew tiene un encanto especial y yo aún conservo esa personalidad de chica popular que sin querer lleva a la gente a buscar agradarme.

Estacionamos cerca del gimnasio y caminamos hasta entrar, buscando un espacio vacío en las gradas. Drew anda muy cariñoso, me lleva abrazada por la cintura, una vez sentados toma mi mano y la acaricia.

Andy nos alcanza a divisar desde la cancha, está calentando, pero se toma el tiempo de saludarnos con la mano, desde la distancia.

Un minuto después suena un silbato y ambos equipos se posicionan para comenzar. Lanzan la pelota desde el centro de la cancha hacia arriba y Andy salta apoderandose de ella dandole la ventaja a su equipo, hay vitores desde nuestro equipo para nuestro hijo.

— ¡Ese es mi hijo! -grita Drew a mi lado y me río por su entusiasmo.

— ¡Andy, el mejor! -chillo uniendome al desorden y los gritos.

Despues de varios minutos de juego. Gana el equipo de Andy. Drew que siempre es precabido, me dice que irá a sacar el auto del estacionamiento antes de que se forme un caos y que nos estará esperando en la cuadra del frente de la escuela. Sola me voy a esperar a Andy cerca de los camarines.

— ¡Mamá! ¿Que se siente ser la madre de un campeón? -grita mi hijo caminando hacía mi.

— No tengo que venir a un partido para saberlo, siempre has sido mi campeoncito. -lo abrazo, ya esta mucho mas alto que yo. No puedo creer que esta cosa estuvo en mi barriga 9 meses.– Felicitaciones, papá está en el auto al frente, ya sabes como es de exagerado. 

— Okey, dejame despedirme de Samuel y nos vamos. -me pide y asiento.- ¡Hey SAM! -grita y ahí esta el adolescente que logró desestabilizarme mentalmente.

— Hola, Señora Knight. ¿Jugamos bien? -dice chocando los cinco con mi hijo y debo hacer un esfuerzo por no temblar.

— ¡Claro! No tienen ni que preguntar, ya los veo en la final. -sonreí-

— Bueno, Sam. Yo ya me voy. Mañana.. -se pusieron a hablar de un proyecto de ciencias y yo solo podía mirar al chiquillo tratando de descifrar porqué me pasaban tantas cosas con solo verlo.

— Mierda, Samuel. No te encontraba por ningún lado. ¿para qué te compré un teléfono si no lo contestas? -dijo una voz varonil detrás de mi.

Esta vez si quedé como una piedra. Me giré lentamente y tuve que agarrarme de Andy. Todo me daba vueltas. Era el papá de Samuel y eran iguales, tenía mas o menos mi edad, también se veía joven comparado con el resto de los padres.

— Lo siento, nos poníamos de acuerdo con Andy para ver lo del proyecto de ciencias.

— Okey.. -suspiró y de pronto sus ojos cayeron en mí. Vi como su cara se descompuso. Jadeo y sus cejas se levantaron- Tú.. tú-tú eres..

— Holy Knight, mi mamá. -dice Andy con orgullo.

— Como la canción de navidad. -decimos ambos al mismo tiempo. Me siento mareada, los oídos me pitean.

— Thomas Baker. -se señala a si mismo.

Al ver que no soy capaz de pensar en nada más que decir, me obligo a estirar la mano — Mucho gusto.

El la toma sorprendido ¿acaso pensaba que no tenía modales?

— El gusto es mío. -suspira.- Okey campeones de la NBA, ya dejen de hablar, como si mañana no se fuesen a ver todo el día. -Palmea el hombro de su hijo pero no me quita los ojos de encima.  Me mira de arriba abajo, enarco una ceja y me cruzo de brazos. Hago lo mismo.

— Ya, ya, esta bien. Bye Andy. -chocan las palmas.

— Bye Sam.

— Hasta luego, Holy Knight. -se despide el padre de Sam con una sonrisita y yo no termino de procesar todo lo que mi mente trabaja y no logra encontrar.

— Adios, con lo inseparable que es este par seguro nos volvemos a topar. -sonrío con seguridad. Por alguna razon mi cuerpo no encontró mejor manera de reaccionar, que con rabia.

El eleva las cejas y toma a su hijo por el cuello para llevarselo en otra dirección.

Yo agarro a Andy y me lo llevo en dirección a donde vi a Drew estacionado. Tiene cara de aburrido y la ventanilla abajo.

— ¡Más rápido! Perdimos todo el tiempo que gané saliendo antes. -Se quejó, pero me abrió la puerta desde dentro.

— Los ganadores se hacen esperar. -le digo a modo de burla por sus quejas- No frunzas el ceño, te vas a arrugar. -rio y el estira su cara, le doy un pequeño beso.

— Ew, ¿no estabas tan apurado? -se quejó Andy.

— Siempre tengo tiempo para un beso de tu mamá, Campeón. -dicho esto arrancó y rapidamente se desplazó por las calles.

Ambos comenzaron a comentar sobre el partido, aproveché de analizar la situación con los Baker. ¿Lo he visto antes y no me acuerdo? Porque ese sueño, porque mi cuerpo reacciona tan negativamente cuando lo veo y me descompongo. Francamente es guapo y mi tipo de cuando era adolescente. Pero una parte de mi quiere deshacerse y sacarse los ojos cuando estoy cerca del padre o el hijo.

recuerdos borrosos • Madelyn Cline • Drew Starkey • Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora