𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐞𝐫 | ❝Te amo, incluso si tú no sientes lo mismo❞
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𝐀 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 𝐬𝐰𝐢𝐭𝐜𝐡 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧
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𝐍o copias o adaptaciones sin preguntar
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El sol brillaba con intensidad en un caluroso día. El vestido amarillo de Alora se movía con una pequeña brisa de viento. A la distancia sus padres la esperaban sentados en la mesa para tener un almuerzo familiar. Hamburguesas a la parrilla hechas por su padre acompañadas de las deliciosas papas fritas que su hermana preparaba. El secreto estaba en ponerle tanta sal hasta que se hagan adictivas.
La mesa era adornada por un par de tulipanes rosados. Su flor favorita.
Su sonrisa parecía no querer borrarse. Todo era demasiado perfecto para ser real.
Al finalizar de comer, su madre les llevó su helado favorito. Chocolate con almendras en un vaso lleno de sirope de chocolate con chispas de chocolate por encima. Alora era muy fan del chocolate.
Extrañaba mucho a sus padres y eso le provocaba este tipo de sueños todas las noches.
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El sueño de Alora fue interrumpido por el impacto de una almohada en su cara, aunque continuó durmiendo tras unos pocos segundos. Era demasiado difícil despertar a esa chica que amaba tanto dormir. La pelirroja se incorporó rápidamente al sentir como su rostro se humedecía por una gran cantidad de agua.
—¡Esmeray!— exclamó con enfado mientras tomaba su almohada con toda la discreción del mundo para luego golpear a su hermana con esta.
La mayor cubrió su rostro con ambas manos para evitar que la almohada arruinara su maquillaje. No tenían mucho tiempo para retocarlo.
—No seas bruta— se quejó quitando la almohada de las manos de su hermana menor —vamos a llegar tarde, y tengo práctica a primera hora. Si no estás en diez minutos le diré a Carmen que nos vamos sin ti.—
—¿Solo diez minutos?.
Antes de que pudiera continuar con sus quejas, la mayor le tiro con un vestido y un par de converse blancas —Si, solo diez minutos. Agradece que no son solo cinco.—
Salió de la habitación para permitirle a su hermana cambiarse y suspiró con cansancio. No podía esperar el día en que su hermana dejase de ser una chica tan dormilona.
Bajo las escaleras encontrándose con Carmen, su niñera. Los padres de las chicas trabajaban demasiado y no tenían el tiempo suficiente para ellas. Siempre fue así. Esmeray no recordaba tener algún momento familiar digno de recordar. Aunque para su suerte, sus vecinos siempre habían sido muy buenos con ellas, incluyéndolas a sus salidas familiares y los famosos videos anuales de navidad.
La pelirroja se sentó en el sofá y tomó su celular para entretenerse mientras esperaba a su hermana. Su ceño se frunció al ver como tenía demasiadas notificaciones en la bandeja de entrada. Todas eran de Wyatt. Suponía que era por alguna de sus nuevas lecturas o algo así. Pero se sorprendió cuando todos los mensajes eran deseándole suerte en su entrenamiento y disculpándose por no poder ir a verla esa vez. Diciendo que la próxima ves iba a estar allí sin falta.
