𝟮. 𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 - 𝒇𝒆𝒍𝒊𝒙 𝒇𝒆𝒍𝒊𝒄𝒊𝒔

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Me encontraba entrando al Gran Comedor con Ronald a mi lado, anteriormente estaba ayudándolo y dándole ánimos en la sala común, pues el pelirrojo se encontraba bastante nervioso por el partido de hoy.

Quise animarlo llevándole unas cuantas golosinas y al final terminé por ayudarlo a prepararse con el outfit deportivo que él había decidido usar para el partido.

Como amiga estaba ahí para apoyarlo, y aunque viera totalmente innecesario que Ron usara aquel casco, él estaba algo emocionado, así que no comente nada al respecto. Al fin de cuentas, si él lo creía necesario entonces eso le daría la confianza que necesitara para dar su mejor desempeño.

Al entrar al comedor, varios compañeros de nuestra casa no dudaron en demostrar su apoyo al chico, eso me alegraba y al mismo tiempo esperaba que animara a Ron.

— Suerte Ron —dijo Neville pasando a un lado de nosotros.

— Cuento contigo, Ron —dijo ahora un animado Seamus—. Aposté dos galeones a Gryffindor.

Quizás eso ya era meterle un poco de presión a mi amigo.

— ¡Perdedor!

— ¡Miren en qué estado viene Ron!

Enojada por aquellos cometarios que escuche a lo lejos, gire mi vista hacia la mesa Slytherin, donde los estúpidos de Crabbe, Goyle y los demás idiotas de Slytherin se burlaban de mi amigo.

Levanté mi mano y les hice la grosera señal de sacarles el dedo de en medio y luego hacerles la señal de "huevos".

— ¡Oh, preciosa, te hacen falta modales!

— ¡Ron, ¿vas a dejar que tu bonita amiga te defienda?!

— ¡¿No puedes defenderte a ti mismo, Weasley?!

Los tontos comentarios de los chicos no tardaron en sonar, al instante rodeé los ojos y decidí ignorarlos.

Aunque había algo que no podía pasar desapercibido y era que Draco esta vez no le había puesto ni un segundo de atención a Ron, de hecho, se encontraba varios espacios separado de sus amigos, se veía deprimido y sin duda era algo inusual.

Quise por un pequeño instante preguntarle si se encontraba bien, si acaso se sentía mal porque la noche anterior lo había dejado plantado en la Torre de Astronomía para ir con mis amigos, pero luego pensé... sólo nos vemos para follar, fuera de eso nuestro odio es mutuo y sería una completa ridiculez preguntarle acerca de lo que sucedía en su vida, para nada teníamos ese tipo de relación, lo que le sucediera al otro nos era simplemente... indiferente.

Finalmente Ron y yo llegamos a dónde se encontraban nuestros amigos comiendo. Harry y Hermione estaban sentados juntos, así que Ron y yo tomamos asientos el uno seguido del otro, quedando él frente a Hermione y yo frente a Harry.

— Buenos días, preciosos pimpollos —saludé amigablemente—. Hermione, hoy luces extremadamente adorable, dime, ¿acaso te colocaste un poco de blush esta mañana? —pregunté en un tono coqueto, era obvio que mi querida amiga hoy se había levantado con la notable intención de darle más color a sus mejillas, el obvio motivo, Ron Weasley.

— Ahm, sólo un poco, ya sabes, el frío te palidece mucho y quisiera un poco más de color en mi... rostro. —comentó nerviosa y sonrojada.

Hermione era adorable, desde que me confesó el gusto que comenzaba a tenerle a Ron había empezado a notar acciones que antes no tenía, y que obviamente eran para llamar su atención, pero el chico estaba tan en su mundo que no se daba cuenta de eso, por lo que a veces intentaba ayudarla a ella o darle algún empujoncito a Ron para que lo notara.

𝐂𝐀𝐋𝐋 𝐎𝐔𝐓 𝐌𝐘 𝐍𝐀𝐌𝐄 - draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora