Avión de papel

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El avión vuela y no para, no lo necesita, no lo desea, no puede, no cree.

No. No. No.

Solo se limita, se crea una barrera infinita, que aunque quisiera no podría derribar, no podría rodear, no podría dejar.

No. No. No.

Solo eso hacía, continuaba sin pensar, como si habláramos de respirar, una acción involuntaria, pero necesaria, una que nunca se iba a quitar.

El avión solo volaba, iba a toda velocidad, sin importar los demás, sin pensar más allá, sin creer en algo más.

Para cuando se dio cuenta, volaba en el mismo lugar, en un ciclo, un círculo, sin destino, camino o rumbo.

Ya nada importaba, ya en nada pensaba, él solo volaba. 

Sin palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora