「第20章 - Dormir en la misma cama」

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❝ [20: 同床共枕] ❞





Después de todo, Xiao Yu todavía tenía fiebre alta y mientras charlaba con Cang Hai, sus párpados comenzaron a luchar.

Intentó con todas sus fuerzas abrir los ojos, pero no pudo resistir la somnolencia y su cuerpo cayó directamente hacia un lado.

Un brazo rodeó su cintura al mismo tiempo.

—Buenas noches.

Cang Hai sostuvo la cabeza de Xiao Yu en la palma de su mano, la colocó firmemente sobre la almohada y estaba a punto de irse.

Inesperadamente, Xiao Yu aprovechó esta oportunidad y abrazó su brazo con ambas manos, con una expresión de satisfacción en su rostro, como si estuviera disfrutando del frescor que transmite el contacto de la piel.

Por la respiración se podía escuchar que la sirenita no estaba despierta.

Cang Hai, que estaba atrapado, sintió dolor de cabeza y temía que el movimiento de liberación despertara a Xiao Yu, por lo que ni siquiera se atrevió a usar la fuerza para abrir los dedos de Xiao Yu.

El resultado, por supuesto, es que se vuelve cada vez más estrecho.

Xiao Yu probó la dulzura y no quedó satisfecho con solo el toque del brazo y comenzó a buscar más.

Mientras dormía, era ignorante y valiente, e incluso levantó la cola para presionar a Cang Hai, negándose a dejarlo irse.

—Tú...— Cang Hai abandonó a regañadientes su plan de escapar.

Su plan original era ir a cazar alguna presa sabrosa para darle a Xiao Yu un tónico mientras dormía, pero ahora parecía que el plan estaba descartado.

Cang Hai simplemente yacía al lado de Xiao Yu. La cama previamente colocada yacía sola a su lado. Estaba destinada a ser inútil esta noche.

Era una noche fría en Estrella Desolada y había una estufa junto a él que le calentaba las manos y los pies.

Cang Hai bostezó, levantó el escudo protector con su última conciencia clara y luego se quedó dormido con Xiao Yu.










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Cuando Xiao Yu se despertó, vio que era como un pulpo, envuelto alrededor de Cang Hai con sus manos y cola.

La limpia ropa de Cang Hai también estaba desordenada debido a sus movimientos y una gran área de músculos regordetes del pecho quedó expuesta en el cuello, con algunas marcas rojas inexplicables en ella.

Me convertí en sirena omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora