IV

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—¡Es el momento de despertar! — Con un movimiento fluido, el pato extendió sus alas y su cuello, produciendo un sonido suave de huesos que crujían, nada alarmante

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—¡Es el momento de despertar! — Con un movimiento fluido, el pato extendió sus alas y su cuello, produciendo un sonido suave de huesos que crujían, nada alarmante. Se incorporó, percibiendo una sensación de vacío. — ... ¿Dónde estás, pequeña Charlie?

Desplegó sus alas y, utilizando su cuello extenso, inspeccionó cuidadosamente su interior, repitiendo el proceso con la otra ala. Al no hallar nada, lanzó una mirada somnolienta y ansiosa a su entorno. Al retomar su forma "humana", levantó las almohadas y mantas en una búsqueda sin tener exito alguno

—¡Demonios! — Se acomodó en la cama, su frustración llenando el silencio. Como por arte de magia, un pato de hule cayó del montón, emitiendo esos sonidos característicos. —No puede ser que la hayan secuestrado, ella también podía lanzar fuego.

Inició una charla con aquel juguete, parecía caer cada vez más en la locura, tan desquiciado que llegó al extremo de pelearse con el pato de hule, propinándole una patada que hizo que atravesara la ventana de su habitación.

—Estupido Cuak Patito Cuak. —Se cruzó de brazos, ese pato siempre le causó tantos problemas a su propia visión.

Al incorporarse, dirigió su mirada hacia el patito que volaba en el cielo, recordo el momento en el que le había concedido la habilidad de volar cuando lo construyo. Un suspiro pesado escapó de sus labios mientras cerraba las cortinas de la habitación, percatándose de la ventana rota que requería ser arreglada, aunque la simple idea de repararla le resultaba sumamente tediosa -Incluso si tuviera la capacidad de solucionarlo con un mero chasquido de dedos...-

Echó un vistazo al reloj en su muñeca, sin sorprenderse al ver que aún era altas horas de la madrugada. Se despertaba a estas horas de forma habitual, sin ninguna razón aparente. Sabía que debería dormir un poco más... Pero no podia hacerlo, aun las preguntas que tenia antes de irse a dormir seguian en su mente.

Estar sumido en un constante estado de estrés y depresión tenía un impacto negativo en su sueño y en muchas otras áreas de su vida. Salió de su habitación estirándose, decidido a buscar algo de agua para aliviar su garganta seca. Descendió las escaleras con una total falta de energía, rascándose la parte baja de su espalda. Todo estaba sumido en la oscuridad, sin ninguna luz encendida, hasta que hizo aparecer una luz dorada en sus dedos, guiándolo en su camino. Sin embargo, esa luz logró despertar a alguien...

—Mghm... ¿Quién diablos está despierto a esta hora? —Se oyó un gruñido felino entre esas palabras.

Lucifer guardó silencio, acercándose hacia la dirección de donde provenía la voz. Allí se encontró al bartender del hotel, tirado en su puesto de trabajo con unas ojeras prominentes. ¿No tenía una habitación propia acaso?

-La pregunta verdadera es que haces tú aquí. -Hizo más alta la luz de sus dedos, empañando la vista del pecador. -¿No tienes donde dormir o que?

El antiguo overlord simplemente susurro algunas cosas no entendibles para el oido de Lucifer, quien ladeo la cabeza con curiosidad. Husk, quejándose y reincorporandose, estiro sus patas y alas

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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Paso 1: No Enamorarse | Lucifer x Alastor - Hazbin Hotel | 💚💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora