La muerte te da tantos puntos diferentes de vista, el como aquellos que te despreciaron ahora te lloran, quienes dejaron de creer en ti mirándose tan arrepentidos por todo lo sucedido, verlos llorar amargamente porque te fuiste, porque ya no estas...
Los tres adolescentes miraban con sorpresa a sus respectivas madres, el rostro de Franklin y Valeria era de sorpresa al ver a su madre frente a ellos y por parte de Hope solo una cara de decepción pues ella quería seguir disfrutando su dia con los Richards y Brian, pero parece que esto ya no iba a ser posible.
El pelirrojo miro a los tres adolescentes y el rostro de las dos mujeres quienes estaban frente a ellos las cuales estaban preocupadas y enojadas por la desaparición de horas de sus hijos, a lo que prefirió hacer algo, tosio un poco a lo que los adolescentes le miraron.—¿Pero que hacen aqui chicos?— pregunto Brian mirando de manera sorpresiva a los adolescentes.—¿Escaparon de sus obligaciones para verme?— seguía con su acto el pelirrojo.—Que irresponsables— menciono el mirándolos con una muy fingida decepción.
—No— se quejo Valeria tomando a Brian del brazo.—Estas con nosotros en esto— expreso ella con un puchero.
—¿Yo?— se señalo con el popote de su refresco.—Soy completamente inocente— movió sus dos manos.—Aqui los tres son los irresponsables— menciono el hombre mirando a otro lado.
Valeria miraba con los ojos abiertos al pelirrojo, pero el carraspeo de Susan Storm hizo que el pelirrojo le mirase mientras ella también lo veía de mala manera.—No, no, no— le dijo la rubia.—Tu tampoco te salvaras de esta— sentencio la rubia con una mirada intensa para luego cruzarse de brazos.
—Pero soy inocente— expreso el pelirrojo.
—No... no lo eres— hablo ahora Jean Grey de la misma forma que la rubia fantástica.—Parece ser que todos ustedes nos la pagaran— sentencio la telepata.
Brian miro detrás de las dos mujeres para encontrarse con su secretaria quien miraba de manera divertida a su jefe y a los tres adolescentes quienes ahora solo estaban mirando a las mujeres con miedo.
Ya dentro de la oficina los cuatro estaban en el sillón largo de la oficina mientras que las dos mujeres los miraban de frente cruzadas de brazos, los tres adolescentes estaban con la mirada baja sin mirar a sus respectivas madres a los ojos, en su momento ambas solo miraron al pelirrojo quien arreglaba las mangas de su camisa por lo que al sentir la mirada de ambas solo pudo mirar hacia otro lado.
—Míranos— ordeno Jean a lo que el hombre solo seguía sin mirarlas.—Sr. Kornfield, mírenos— hablo la pelirroja con una leve sonrisa.
Al no hacer caso con sus poderes la pelirroja hizo que el hombre las mirara.—Mamá— hablo Hope al ver la reacción de su madre.
—Silencio— le dijo de manera seria a la chica, las dos mujeres miraron al hombre.—Debio llamarnos al verlos en su puerta tan temprano en la mañana— menciono la telepata.
—¿Saben que tan preocupada estaba?— pregunto Susan a sus hijos.—Fui a ver si estaban listos para ir a la escuela y no estaban en sus habitaciones—.
