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DIA 1. DIAGNÓSTICO/NOTICIA

No debía ser una sorpresa.

Aún así, lo fue.

Ver a su esposo postrado en la cama con tubos conectados a su venas fue suficiente para que Shanks entendiera que lo que estaba pasando era la realidad y no un sueño.

──Él estará bien── había dicho su segundo al mando, Shanks no podía creer las palabras.

Solo le quedó sujetar la mano de Mihawk y pedir a una deidad existente que esto sea un sueño y cuando despierte todo se haya ido.

──Mi, si me escuchas por favor── el nudo en su garganta era grande ──Despierta, te estoy esperando, te estamos esperando.

Que más podía decir, no había forma alguna de que Mihawk respondiera a sus llamados si no fuera por el leve movimiento de la mano pálida.

Por un momento la alegría volvió en el pelirrojo, no tardó en levantar a su amado en brazos y besar las mejillas de mármol.

──Estas despierto Mi── el Yonko no puede gritar aún así no deja ir al pelinegro que se remueve, como queriendo irse de su lado.

Mihawk lucha para que el único brazo de su esposo lo deje libre y pueda buscar una salida pero hay algo que lo detiene.

Hay algo que no está bien en él y no puede saber que es.

──¿Por qué está todo oscuro?── pregunta y busca en que apoyarse.

Shanks borra su sonrisa y siente la culpabilidad inundar su ser. Que podía decir, que podía haber para que él espadachín perdonará su error.

──Mihawk── duele tanto llamar por el nombre al mayor.

Dracule lo entiende, siente como toda la confianza que tenia en el pelirrojo desaparece.

──¿Te arrepientes?── formula otra pregunta y Shanks quiere decir que si, si lo hace, que está dispuesto a todo para arreglar solo que no, no lo siente.

Mihawk no necesita escuchar la respuesta y por primera vez se atreve a llorar, no con gritos o sollozos que sean escuchados, solo son lágrimas silenciosas que caen por sus mejillas.

──Lo siento, se que me equivoqué, yo puedo arreglarlo solo dame tiempo── Shanks está desesperado, está dispuesto a vender su alma si el espadachín se lo pide.

Mihawk suspira y seca sus lágrimas, se aferra al brazo de Shanks.

──Esta bien── dice y trata de buscar consuelo en el aroma del pirata ──Ya paso, no hay forma de que este error tenga solución.

Mayormente Mihawk buscaría apaciguar los miedos de Shanks, solo que está vez no cree encontrar alguna forma de ayudar y ayudarse a si mismo.

──Yo sé que hay cura, atravesare los siete mares si es necesario── las promesas del pelirrojo suenan hermosas.

Mihawk ya no las cree y cree que es momento de decir la verdad. Ya no puede tratar a Shanks como un niño chiquito e ignorante.

──Morire── da la noticia, no prepara al menor y busca a tientas en rostro de su esposo que supone que está en estado de sorpresa ──Sin mis ojos no soy nada y sin ellos mi enfermedad avanza.

Shanks no quiere escuchar eso, quiere negar, no puede ser verdad, sin embargo no hay un rastro de broma o humor en las palabras del pelinegro.

──N-no puedes── su voz apenas es audible, Mihawk siente que es el castigo justo para el Yonko.

──Te advertí, te dije que tuvieras más cuidado con tus acciones pero no escuchaste Red, ahora solo me queda esperar mi....

Shanks lo calla con un beso, no quiere escuchar más.

──¡No morirás!── promete ──Esta vez tendré cuidado y podremos estar juntos como siempre queríamos.

Mihawk ríe secamente, no hay forma de que pueda escapar, a lo mínimo que puede contar y calcular.

Sus días están contados.

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──Estoy cansado Red, quiero dormír.

Mihawk pide después de estar viviendo por casi un año con los piratas pelirrojos.

Shanks sonríe y acepta la petición, aleja del mar a Mihawk o eso intenta pero su amante está sentado en la arena, el pelirrojo no le queda de otra más que unirse y dejar descansar la cabeza de su amado en su hombro.

──¿Eres feliz?── el ex espadachín se atreve a preguntar una vez que la puesta del sol está en su punto o eso cree él.

El Yonko atrae más al mayor y besa el dorso de las manos, esa respuesta es suficiente para alegrar más a Mihawk.

──Puedes describirme cómo está nuestro alrededor── pide y siente como Shanks esconde su rostro en su hombro ──¿Lo harás?

──¿Me dejarás?

──Lo dirás.

Shanks sabe que es una apuesta pérdida, soporta el dolor que su corazón siente y abraza a Mihawk, lo acomodo en su regazo y besa la frente.

──El cielo está oscuro, las estrellas la acompañan junto a la luna y el mar está calmado y la arena está brillando como la primera vez que tuvimos nuestro primer encuentro── el pelirrojo susurra en el oído de su amante y controla las lágrimas que quieren caer ──Los muchachas están celebrando y yo estoy acá contigo admirando lo hermoso que sigues siendo a pesar de los años y el blanco lechoso de tus pupilas, mentiría si dijera que no extraño el color dorado.

Mientras el narra todo lo que está viendo y lo que esta recordando el ritmo de respiración de Mihawk está bajando.

El corazón de Shanks late rápido.

Los latidos de Mihawk se están apagando.