Capítulo dos

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Mina despertó esa mañana como era de costumbre solo en esa gran cama, hizo un puchero al no tener a su alfa a su lado. A veces odiaba que Chaeyoung trabaje. Ella ya no trabajaba, pues estaba en el quinto mes de embarazo y era riesgoso que siguiera trabajando, simplemente se quedaba en casa sin hacer nada o haciendo lo que podía.

Se estiró levemente y destapó su cuerpo de las calentitas mantas, se dirigió al baño frotando uno de sus ojos soltando un bostezo, con cuidado se inclinó y lavó su rostro con agua fría y luego sus dientes. Corrió la mampara de la ducha y abrió las canillas, una vez encontró la temperatura perfecta comenzó a desnudarse, soltó un pequeño quejido cuando la tela de su pijama rozó sus pezones, últimamente estos estaban demasiados sensibles, incluso llegándole a doler. No sabía a que se debía eso pero seguro no era para... un momento...

—¡No me jodas!

[🍞]

Chaeyoung entró al salón de clases con su bolso en el hombro y sus lentes algo caídos por el puente de su perfecta nariz. Al verla, rápidamente los alumnos se callaron y fueron a sus respectivos asientos soltando algún que otro suspiro de enamoramiento por su guapa profesora de matemáticas.

—Buenos días, alumnos. ¿Ansiosos por la clase de hoy?—Sonríe algo burlona sabiendo que a la mayoría de la población odiaba la matemática. Y su clase no era la excepción.

—Con una profesora como ella, ¿Cómo no estar ansioso?—Murmura un chico castaño al oído de su compañera riendo cómplices.

Ninguno de sus alumnos sabían que ya tenía un omega debido a los supresores que les obligaban a tomar a los profesores para disminuir su olor o el de su pareja, sumado a las camisas o sacos que usaba la marca en su cuello no era visible para nadie. Para los estudiantes era una alfa de casi 25 años muy hermosa y soltera. Que equivocados estaban.

—Bien, la clase pasada terminamos de ver suma y resta de números complejos, hoy empezaremos con la multiplicación y división—Habla escribiendo la fecha y luego un ejemplo con un marcador negro en el blanco pizarrón—Bien, para revolver primero la división tenemos que hacer propiedad distributiva, ¿Se acuerdan como era eso?

Mientras Chaeyoung estaba a mitad de su explicación, su teléfono empezó a sonar en el bolsillo de su pantalón, se disculpó con su clase y salió del salón contestando la llamada de su novia.

—¿Pasó al...?

¡Tengo leche!—Gritó Mina del otro lado de la línea. Lo hizo tan fuerte que Son tuvo que alejar el celular de su oído.

—¿Qué tienes qué...?—Murmura pensando que escuchó mal.

¡Leche! ¡Tengo leche!—Grita nuevamente para lloriquear—¡No para de salir leche!

—¿Le... che?—Chaeyoung no estaba entendiendo nada y los gritos de su pareja la estaban dejando sorda—Bien amh... joder, tómate un taxi y ve con Namjoon. Yo enseguida voy, ¿bien? Cálmate, amor.

No puedo ni siquiera ponerme una remera, me duelen mucho—Lloriquea viendo sus pezones algo inflamados y rojos, por suerte ya dejaron de producir leche. Era tan raro todo.

—No vas a ir medio desnuda por ahí, Mina, trata de aguantar el dolor—Dice pasando una mano por su cabello negro—Esto es muy surrealista...

Lo dices y no eres tú a quien le está pasando esto. Nos vemos allí, ¡no tardes!—Y sin decir más cortó la llamada.

Chaeyoung entró al salón nuevamente y tomó sus cosas despidiéndose rápidamente de sus alumnos, corrió hasta la dirección y le explicó al vicedirector que su omega estaba teniendo unas complicaciones con el embarazo. Sin delicadeza tiró sus cosas a los asientos traseros del auto y condujo hasta el consultorio de Kim, estacionó y se bajó no sin antes colocarle el seguro. Buscó con la mirada a su pareja y rápidamente se acercó sintiendo los brazos de Mina en su cintura.

Esperaron por unos 20 minutos, 20 minutos donde Myoui no paró de lloriquear por el dolor y ardor en su pecho, la gente las observaba con cierta gracia y ternura por lo evidente que se veían como madres primerizas.

—Bien, chicas. ¿Qué las trae por aquí?—Pregunta el obstetra sentado en su escritorio—Si no mal recuerdo teníamos cita para el mes que viene.

—Es algo vergonzoso de explicar—Murmura Mina sonrojada.

—No sientas vergüenza, yo estoy aquí para explicarles todo aquello que no saben o entienden—Dice con una pequeña sonrisa para transmitirle confianza.

—Hace varios días mis pezones me empezaron a doler y cuando me veía en el espejo estaban algo rojos e hinchados, al principio no le di importancia pero cuando me desperté hoy pues... No paraba de salir leche—Explica con el cuello y oídos completamente rojos de la vergüenza.

—Es normal que eso pase en omegas en cinta. Es normal que duelan o ardan un poco por unos días, el dolor disminuirá a medida que pasen los días, pero como tú eres primeriza el dolor es mucho más fuerte porque es algo nuevo en tu cuerpo, ¿si? Ponte esta crema para que la hinchazón y enrojecimiento baje—Habla dándole una crema con un nombre que nunca había escuchado en su vida—Quédate tranquila.

—Bien, gracias, doctor Kim—Dice Mina guardando la pequeña crema en su bolso.

—Ya que están aquí, ¿les gustaría saber el sexo de su bebé? Tal vez hoy deje mostrarse—La pareja rápidamente accedió. Kim esparció ese líquido frio por el vientre de Mina y luego con delicadeza pasó el ultrasonido obstétrico por este—Es una niña. Felicidades, chicas.

La pareja se quedó embobada viendo el monitor, no pudieron evitar soltar unas pequeña lágrimas de felicidad al saber ya el sexo de su cachorrito. El mes pasado no se dejó ver y poder verlo ahora los hacía tan felices, ansiaban tenerlo en sus brazos.

[🍞]

Mina doblaba con tranquilidad la pequeña ropita de su cachorro para después guardarla en la gaveta azul pastel, la habitación estaba ya lista para recibirla y lo único que faltaba eran unas pequeñas prendas que Myoui había comprado cuando fue al centro comercial con Nayeon. Al cerrar el cajón soltó un quejido de dolor y colocó su mano sobre su vientre inclinándose un poco hacia adelante mientras se quejaba.

—Dale a mami un descanso, cachorro—Suplica quejándose por la patada que recibió nuevamente.

Hace poco que el cachorro empezó a patear y sus patadas no eran tan suaves que digamos, venían de la nada y una vez un vaso de agua resbaló de sus manos a causa de esto. A pasos lentos salió de la habitación y caminó hasta la cocina con una mano en su espalda baja, todo su cuerpo dolía, más específico su espalda y pies, esto de tener peso extra no le estaba gustando.

Su espalda dolía demasiado y sus pies se hinchaban cada dos por tres, a veces no se sentía tan bonito y eso lo hacía llorar, estaba gordita y en sus muslo ya aparecieron estrías por el embarazo, al menos sus senos ya habían dejado de doler.

Cuando iba por la calle con su alfa, veía an omegas delgadas y bonitas sin una panza de embarazo, a veces llegó a pensar que Chaeyoung ya no la veía tan bonita como antes.

Soltó un suspiro de alivio cuando dos manos tomaron con delicadeza su estómago dándole un pequeño descanso y no sintiéndose tan pesada como antes, tiró su cabeza para atrás apoyándose en el hombro de Chaeyoung y colocando sus manos sobre las de ella.

—Siempre te ves hermosa a mis ojos, cosita, no lo dudes—Dice antes de dejar un beso justo en su marca de nacimiento—Te amo.

Mina sonrió—Y nosotras a ti.

Cuidando a Son Haewon 「michaeng」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora