Boruto y El Renacer De Uzushiogakure

Prólogo

*Pov Boruto*

Habían pasado alrededor 4 meses desde que hui de la aldea de Konoha. Sinceramente no se por que tome esta decisión tan imprudente, pero sabía que no tenía intenciones de volver.

Por el momento...

Había sido un poco difícil esconderme de los Shinobis de Konoha. Quizás las cosas hubieran sido diferentes si no hubiera hecho trampa en los exámenes chuninn.

Pero lo hice y sinceramente fue muy estúpido de mi parte hacerlo. Solo estaba buscando el reconocimiento de mi padre y recibí todo lo contrario, no sólo de mi padre, también de toda la aldea y cualquiera que estuviera viendo la trasmisión en vivo de los exámenes.

"No mereces ser un Shinobi"

Esas palabras fuero una apuñalada directa a mi corazón y justo cuando lo dijo me retiro la bandana de la frente más la mirada de desaprobación y decepcion fue demasiado para mi.

Fue corbarde huir para no encarar mis acciones? Quizas, pero sabía que si me quedaba, mi vida daría un giro de 180 grados qué no quiero vivir.

Las palabras que me soltaron cuando me retiraba cazibajo del estadio fue suficiente para darme cuenta del trato que recibiría si me quedara.

"Tramposo"

"escoria"

"No mereces ser el hijo del hokage"

"¿este es el hijo del hokage? Que decepcion"

Dios.. Sabía que hice trampa, pero decirme eso ¿era necesario?. Solo hizo que mi orgullo y autoestima estuvieran por los suelos.

Quien me mando hacer trampa

Pero bueno, no tenía que pensar en eso ahora. Tenía que sobrevivir a un mundo, el cual no estaba listo mentalmente.

2 semanas fuera fue suficiente para darme cuenta de lo que implica ser un Shinobi.

Muerte, sangre, dinero, poder. No lo había notado estando dentro de los muros de Konoha. Pero estando afuera, me di cuenta lo difícil que era vivir fuera de una aldea oculta, la dificultad aumentaba si nacías en una aldea ninjas menor, aun más si esta no era una aldea ninj.

De verdad fui muy afortunado en vivir en un hogar con mi madre, mi hermana y mi padre. Estando ellos vivos.

Que mi madre me esperara en casa con comida caliente y mi hermana recibiendo me con esa sonrisa en su rostro.

Negué con la cabeza, no tenía tiempo para pensar en eso. Tenía que conseguir dinero. Me gaste la mitad en lo básico y entre otras cosas de supervivencia, entre kunais, shuriken, pergaminos, etc.

Por eso, en este momento. Me encontraba mirando un curioso papel pegado a una pared.

-¿Un torneo de artes marciales? ¡Con dinero en efectivo!.

Era una buena oportunidad. No solo me la pase escapando en los últimos meses. Me la pase entrenado en cada momento que podía. Mejorando mi rasengan que tenía que perfecciónar, mi taijutsu y algunos jutsu que tenía que aprender.