SpiderMan 2 [YM]

Capítulo 3

El lujoso cristal impecablemente limpio refleja la figura alta de porte impecable, a traje y corbata con los cabellos azabaches peinados con gel sin un solo desprolijo. El hombre camina serenamente pero con un aire imponente, hasta ubicarse justo en la punta de la mesa donde yacían otros individuos aguardando su presencia en sepulcral silencio.

—Buenos días, —saludó, —por favor, inicien con los primeros datos de la semana.

Uno de los hombres toma la palabra casi de manera inmediata.

—Buenos días a todos. Anunciando buenas noticias, hemos recuperado a nuevos inversionistas que perdimos luego de la tragedia del señor Jeon JaeHyun y el hurto del planeador. Debido al intenso escrutinio social no se realizarán armas biológicas por un par de meses hasta que los medios dejen de estar sobre nosotros, pero el dinero que no sea utilizado en eso, será invertido en una nueva red de electricidad que abastecerá la ciudad.

Hay un breve silencio, sólo el ruido de los documentos siendo revisados por todos los presentes es escuchado.

—Señor Jeon, —entonces la misma voz lo llama, —necesitamos su autorización para el proyecto, ¿está usted de acuerdo?

JungKook pestañea un par de veces, antes de suspirar y asentir.

—Sí, si es la manera de perder las menos ganancias posibles, entonces así será. —Un portafolios con el proyecto es tendido frente a él. Al rededor de veinte páginas las cuales deberá firmar. —Kim. 

Un segundo, dos segundos, nada.

—Kim. —Llamó. —¡TaeHyung! 

Finalmente, la presencia del nombrado aparece de forma apresurada en la sala de reuniones.

—¿Sí, señor?

—Un bolígrafo.

—Aquí tiene.

La reunión pasa más rápido de lo esperado, y en menos de media hora, JungKook regresa a su oficina mientras desajusta la apretada corbata de su cuello, con su nuevo asistente pisándole los talones por detrás. Rápidamente toma un cigarrillo y lo enciende antes de apoyarse contra el ventanal que alumbra todo el cuarto.

—TaeHyung, debes estar más atento.

—Lo sé, lo siento mucho. Esto es muy nuevo para mí, yo solo soy enfermero.

—Bien, pero necesitas el dinero y yo te necesito a ti. —Exhala el humo, sus pulmones arden agradablemente. Puede ver de soslayo al hombre divagar en sus pensamientos mientras juega con los expedientes en sus manos.

—Has cambiado demasiado en tan poco. —Murmura el joven. 

No es la primera vez que Tae se lo dice, después de todo, lo conoce por haber sido el enfermero del colegio. Y él lo sabe, sin embargo, se lo repite todo el tiempo. JungKook aún no se acostumbra del todo a su nueva vida pero ha aprendido a sobrellevarlo. Hace casi un año atrás todavía era un estudiante de dieciocho años normal que dependía de su padre, tenía a su mejor amigo y le encantaba meterse en problemas; ahora, tiene la misma edad y tiene toda una empresa que manejar. Y está solo.