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- Todo el contenido es puramente ficción.
- OS variados, en su mayoría con temática para mayores.
- Todos los personajes menos la protagonista son pertenecientes al mangaka Gege Akutami.
Gracias por leer! ❤︎
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Entre besos y jalones podían verse tres cuerpos en conjunto en la oscuridad de la entrada de la casa, una mano femenina tanteó la pared logrando encender la luz y poder ver finalmente las expresiones de sus dos amantes esa noche.
Podía ser la yerba, el alcohol o una combinación de ambos pero juraba que en esa velada sus amigos se veían demásiado bien logrando mojarla con solo cruzar miradas y el oír de sus respiraciones calientes que chocaban contra ella por la cercanía. Fue acorralada por ambos cuerpos sintiendo la temperatura elevarse mientras el albino ataca su cuello y sus labios eran besados por el azabache que bajaba la mano juguetonamente hasta tomar uno de sus glúteos y masajearlo con algo de brusquedad.
Siguieron su camino entre besos y caricias acompañados de risitas juguetonas mientras trataban de no tropezarse en el trayecto hasta la habitación de la mujer.
— Dime qué estás cuerda, no quiero que luego te arrepientas de esto o no lo recuerdes. — Susurró el más alto.
— Claro que sí, aunque nunca creí que llegaríamos a esto. Por lo menos no más allá de esos besos. — Contestó sonriente adentrandose en la habitación junto al par.
— No voy a mentir, creí que algo así ocurriría desde hace mucho tiempo. — Confesó el de cabellera larga tomando asiento en la cama.
— Creí que Satoru diría eso. — Exclamó entre risas guiando al nombrado al lado de Suguru.
— Pues... — Susurró de forma juguetona provocando leves risas en el par. — Era difícil no pensarlo cuando te ví besando de tal manera a Suguru en esa fiesta.
Guiaron delicadamente el cuerpo de la jóven hasta dejarla de rodillas sobre el suelo.
— Y también verte en traje de baño... — Continúo Suguru acariciando esos bellos labios con rastros de labial.
— O incluso cuando usabas nuestra ropa como pijama. — Satoru comenzó a besar sus rojas mejillas mientras susurraba.
_____ lentamente guió sus manos hasta encontrar los erectos falos queriendo ser liberados y sonrió entre suspiros. Ágilmente desabrochó las prendas de los hombres para luego dejar salir los goteantes miembros que querían algo de atención, sintió un par de manos acunando sus mejillas que la obligaron a levantar la mirada encontrándose con dos pares de ojos que hablaban por si solos.
El hambre y la lujuria se reflejaban, en ellos podía verse lo ansiosos que estaban de cumplir una pequeña fantasía la cual con el tiempo incluso creyeron sería imposible.
Pero ahora mismo estaban viviendo uno de sus más lujuriosos deseos, con aquella linda chica bajo suyo masturbandolos delicadamente mientras sus luceros brillaban con la poca luz de la luna que se colaba por la ventana.
