Una tierna mañana

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Es una mañana lluviosa, revuelvo las sábanas buscando su calor, sólo siento la tela fría junto a mí, me levanto débilmente (la noche anterior había sido complicada) dejo caer las sábanas, revelo mi cuerpo desnudo, me acerco al armario y tomo una de sus camisas, acerco la tela a mi rostro e inhalo profundamente.

Su perfume me embriaga...

Salgo de la habitación, camino torpemente por el pasillo mientras me pongo su camisa, Loki se encuentra preparado el desayuno, me detengo al llegar al final, me recargo en la pared y lo observo por un momento.

Extrañamente se esmera por preparar un buen desayuno y más cuando tengo un mal día...

Me acerco lentamente por detrás y tiernamente lo abrazo por la cintura, atrevida meto mis manos bajo su camisa y acaricio su torso suavemente.

Se quemará el desayuno —susurra, sonrío juguetona y apago la estufa, puedo sentir su perversa sonrisa.

Ya entendí... —dijo mientras se daba vuelta para quedar frente a mí, no emito palabra alguna, me pierdo en sus ojos, me mira como si tratara de entrar en mi mente, extrañamente no puede hacerlo, sonríe de oreja a oreja dejando ver todos sus dientes.

¿Quieres jugar? ¿No es muy temprano para eso? —murmura con ternura, sigo sin moverme.

Él sabe que necesito una distracción, sabe que no puedo hacer nada más...

Sonreí ligeramente y me besa, lentamente intensifico el beso necesitada, bajo, beso y lamo su cuello, me pongo de rodillas, pero me detiene.

No tan rápido —dice con la voz gruesa, me levanta y me acorrala contra la barra con amabilidad, mi corazón salta y mi respiración se vuelve agitada, acaricia suavemente mis muslos, mi humedad no tarda en hacerse presente, siento como escurre por mis piernas, Loki se da cuenta.

Que halago... —susurra en voz baja, sonríe con picardía, mis mejillas se enrojecen, desvío la mirada apenada.

El simple hecho de tenerlo tan cerca es una tentación...

Sube lentamente la mano acariciando el interior de mi muslo, acaricia mis pliegues de arriba a abajo, provocándome.

Sabe mis debilidades...

Se sumerge con suavidad, su pulgar acaricia mi clítoris, se acerca más y me besa con dulzura.

Se siente bien, no solemos ser delicados...

Sigue acariciándome con tranquilidad, tomándose su tiempo, jadeo mientras me recargo en su pecho, por fin puedo sentir su calor, sonreí, disfruto de su aroma.

Realmente me embriaga...

Mi cuerpo se tensa de golpe, introduce un dedo en mi carne, provoca mis gemidos, puedo escuchar su pequeña risa burlona salir de su garganta.

Le encanta verme así tan humana, tan nublada por sus encantos...

Introduce dos dedos más, me aferró fuertemente a él, me aguanto la risa y me muerdo el labio inferior mientras sonrío como boba.

Es raro que se comporte tan gentil, se está controlado muy bien...

Acaricio su espalda sobre la ropa, sus dedos entran y salen desenfrenadamente de mi carne ardiente, le entierro las uñas sobre la camisa, mis piernas se debilitan, me sostiene fácilmente como si tuviera el peso de una pluma, proclamo su nombre y me libero sobre sus dedos, oculto mi rostro en su pecho e intento regular mi respiración, sale lentamente, me aparto un poco y sonrío dulcemente, me mira fijamente y con obscenidad se chupa con fuerza los dedos.

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⏰ Última actualización: Feb 15 ⏰

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