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Escucho la puerta de la casa cerrarse y el sonido de las llaves de mi novio caer en la mesada de la cocina. Enzo había llegado
Bajé rapidamente las escaleras, encontrándome con sus ojos cansados y sus manos desbotonando su camisa
- Hola amor - Mi boca se acerca a la suya para depositar un pequeño beso en esta
- Hola beba - Mi novio me mira con una sonrisa mientras veo sus notables ojeras y su pelo alborotado - Estoy cansadisimo, me dieron mucho trabajo hoy - Sus manos se posaron en mi cintura para apretarla y acercarme más a su cuerpo, abrazandome y poniendo su cabeza en mi hombro
- Me imagino amor, anda a bañarte y después comemos - Mis dedos acariciaban su sedoso pelo y le hacía mimos
- Bañate conmigo - Me miro con una sonrisa pervesa, haciendome negar mientras reía
- No, voy a preparar la comida, anda -
- Dale nena, no tengo hambre, quiero comerte a vos - Sus labios se acercaban lentamente a los mios dejando un pequeño espacio entre estos - Hace dos días no cogemos, te necesito, siento que la pija se me va a explotar
No podía negarme a Enzo, me volvía completamente fácil ante él
Lo mire con una sonrisa grande y acorte la pequeña distancia de nuestras bocas, uniendolas en un beso feroz
Las manos de Enzo no tardaron en llegar a mi orto, amasandolo y estrujandolo a su antojo, haciendome gemir sobre sus labios
Mis manos comenzaban a adentrarse en su camisa, sacandola por completo y dejandome acariciar sus brazos y abdomen con más facilidad
Lentamente, Enzo comenzaba a caminar hacía el sillón guiandome con él, sin dejar de besarme
Cayó sentado en el sillón, haciendo que nos separemos, lo observé de pies a cabeza
Estaba sentado, en cuero, con un simple pantalón, el cuál marcaba su gran erección
La respiración de Enzo era agitada, su pelo estaba despeinado y sus cachetes algo rojos
Su mano comenzó a tocar su erección por encima del pantalón ante mi mirada, mojandome mucho más
No dude mucho más en volver a besarlo, dejando que mi novio sacará todas mis prendas, dejándome con una tanga color rosa
Los labios de Enzo atacaron mis pechos, mordia y chupaba fuertemente robandome jadeos
Mi mano comenzó a tocar la longitud de Enzo, sin liberarla aún, sintiendo como se ponía más duro y como se desesperaba ante mi toqueteo
Bajé su cierre y desprendi su botón, bajando por completo su pantalón junto a su boxer
Su pija salió disparada, chocando con su abdomen mientras liberaba un poco de líquido preseminal y las venas en ella se hacían visibles
Me volvía loca
Me agache, quedando en medio de sus piernas con su longitud en frente de mi cara, Enzo me miraba fijamente con algo de necesidad y desesperación