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- Me tenes podrido Florencia - Enzo estaba descontrolado mientras me besaba con brusquedad
El ambiente era caliente, las manos de Enzo acariciaban mi cuerpo, aterrizando en mi culo, el cual golpeo y apretó con fuerza, dejandome un ardor en la zona
- Te voy a romper todo el orto pendeja, a ver si así se te pasan las ganas de andar de trola con mis amigos -
Sus manos rompieron el vestido que llevaba puesto, Enzo me lo había regalado especialmente para esta ocasión, su cumpleaños
La mitad de la noche, sus amigos Esteban y Felipe estuvieron conmigo, me lleve muy bien con ellos, cosa que a Enzo no le gusto
Enzo sabía las intenciones de sus amigos, y el hecho de que yo no me alejara de ellos lo enojaba mucho más
Luego de que todos se fueron dejándonos completamente solos en nuestra casa, no tardó en tirarme del pelo y besarme con fuerza
- Reza para poder caminar mañana - Enzo me alzó haciendome enredar mis piernas en su cintura, comenzando a caminar hacía nuestra habitación
Una vez allí, me tiró a la cama y se posiciono encima de mi cuerpo, volviendo a besarme mientras sus manos se escabullian en mi ropa interior
Mi vestido había quedado echo pedazitos
Los dedos de Enzo comenzaron a rozar mi intimidad por encima de mi tanga de encaje al mismo tiempo que sus besos comenzaban a bajar mi mandíbula y mi cuello, dejando notorias marcas en el
Besaba, chupaba, marcaba y mordia mi piel, sus dedos corrieron mi tanga a un costado dejando expuesta mi humedad, Enzo no dudo en adentrar dos de sus dedos en mi cavidad
Ahora sus besos bajaban por mi abdomen, llegando a mi pelvis
Respire hondo al sentir su aliento en mi intimidad, para luego gemir cuando su lengua tocó mi punto G y comenzaba a lamerlo con desesperación
Sus dedos seguían moviéndose dentro de mi y su lengua hacia magia en mi clitoris
Mis manos bajaron a su pelo, moviendolo a mi antojo mientras Enzo metía un dedo más a mi cavidad
Mis gemidos y el sonido de sus dedos entrar y salir de mi concha era excitante
Sentí el nudo en mi estómago comenzar a formarse cuando Enzo metió sus dedos en mi ano, abriendome toda para él
Mis gemidos se volvieron gritos y mi espalda se retorcia ante el placer que Enzo me generaba
Lamentablemente, no duró mucho más, ya que de un momento a otro sacó sus dedos de mi intimidad y dejó de chuparme, para ahora comenzar a desnudarse ante mi mirada
Sacó su camisa, sus zapatos, su cinto y su pantalón, quedando en boxer únicamente
Enzo se acercó a mi, haciendo el amague de darme un beso, dejandome con las ganas de sentir sus labios contra los mios
En un rápido movimiento, tomó mis manos, llevandolas al respaldo de la cama y atandolas con su cinto, dejandome sin oportunidad de moverme
