[2] Juntas por una última vez

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Elizabeth estaba pensativa tratando de recordar que hizo la noche anterior, tomó sus pastillas y nuevamente durmió. Quería oler el aroma que quedó entre las sabanas de Taylor. No se dejaba de culpar por dejarse llevar por sus emociones y al final no pudo despedir a su novia.

Así es, son novias. Desde hace un par de años. Se conocían desde hace mucho y mientras más hablaban, más cercanas se hacían.

Taylor y Lana tienen su relación en secreto, por miedo a que las juzguen, en especial la rubia ya que tiene la reputación de estar con un hombre diferente y Lana por medio a que digan algo debido a su edad y el como muchos la perciben.

Ambas ocultas en el clóset.

Lana abandonó el hotel aproximadamente a la 1 de la tarde, subió al auto y se dirigió al aeropuerto para tomar el vuelo a New York.

Estaba desesperada por ver a Taylor antes de estar separadas nuevamente por meses. Llegó cuando ya era noche y se preguntaba si Swift estaba aún despierta, por lo que se quedó afuera en el auto viendo si alguna luz indicara lo que creía. Después de 10 minutos, se encendió la luz de donde es la habitación de Taylor, por lo que no lo pensó más y fue hacia la puerta.

Llamó a la puerta con el timbre y esperó unos cuantos minutos para que la chica que buscaba le abriera.

—Lizzie... ¿Que haces aquí?—Elizabeth no esperó más y entró a la casa.

En cuanto se cerró la puerta, se lanzó a los labios de Taylor, quien estaba todavía sorprendida por la presencia de su novia, pero dejó de pensarlo al sentir sus labios y correspondió. Elizabeth apoyó a Taylor en la pared, dejando a esta acorralada. La rubia llevó sus manos a los cabellos de la contraria para profundizar el beso.

—Tay, abre la boca—indicó entre el beso, para después meter su lengua y hacer un baile de sabores.

La castaña llevó su rodilla a la intimidad de la rubia para empezar a frotar. Después se separaron para tomar aire y mientras aún Lana frotaba con su rodilla la intimidad de Taylor, quien no dejaba de verla sonrojada y suspirando.

—Vine a despedirme.

—Me gusta que lo hayas hecho, pero vayamos arriba para que no nos escuchen los vecinos—sonrió picaramente para que Lana tomara en sus brazos a Taylor y subirla a la habitación.

Lana dejó suavemente a Taylor en el colchón siguiendo con el beso, mientras escuchaba los gemidos de Taylor debido a la rodilla frotando su pantalón de pijama.

—Lizzie~ Hazlo porfavor—suplico.

Elizabeth después se recargo en la cabecera de la cama de Taylor y puso entre sus piernas a la rubia dandole la espalda.

—Tengo que darte una gran despedida—la voz ronca de Lana se escuchó en el oído de la contraria para después empezar a llevar una de sus manos a los pechos de su novia y empezar a jugar con ellos y con la otra bajarla hasta su intimidad, para empezar a estimularla.

—Aa~ aa~ por favor, hazlo~

Lana seguía moviendo sus dedos entre los labios de la rubia mientras que estaba suplicaba y gemia, para después Lana metiera el primer dedo, sacando un grito por parte de Taylor.

—Que bien se siente—Taylor estaba tan roja por el placer que hasta el sonrojo le llegaba a las orejas.

Su novia estaba tan concentrada en los gemidos de la rubia que en sus ojos la lujuria los nublaba, después metió otro y sonrió al oír los gemidos de Taylor. Luego empezó a acelerar los movimientos sacandolos y metiendolos con ferocidad.

Después Taylor se corrió en los dedos de Lana, quien después los saco y los llevó a su boca.

—Que bien—después Lana nuevamente besaba a Taylor haciendola probar sus propios fluidos.

Después se separaron, sus bocas estaban unidas por un hilo de saliva.

—Lamento haberme emborrachado—dijo después.

—No te preocupes ahora lo importante es que estás aquí—después Taylor se acomodó en los brazos de su novia. Lana notó el cansancio que tenía por lo que el dio un beso y acarició la mejilla de aquella chica de ojos azules.

—Te deseo mucho éxito en tu gira—después se abrazaron y Taylor se refugió en los brazos de Lana.

—¿Que harás mientras no estoy?.

—Esperarte, y preparar mi nuevo álbum.

Luego Lana extendió su brazo a la lámpara y la apagó. Después se cobijaron.

Taylor pronto quedó dormida en los brazos de su amada y Lana se preguntaba si llegará el día donde ya no se escondan y sean felices juntas... Cantando juntas y tal vez, casarse.

N/A: Trataré de no hacer capítulos con contenido maduro por si llegan a incomodarse algunos, espero que les haya gustado.


𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐚 𝐋𝐮𝐧𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐒𝐨𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora