Salté al vacío dentro de estas cuatro paredes.
Predestinado a la escapatoria mental.
¿Sigo cayendo en la cumbre borrosa o solo me suspendo en la nada?
Puntos de vista titilantes notan mis ojos.
Me desconcierta la sensación de perderme en la temple negrura que me rodea.
¿A dónde he caído?
Pacífica y neutral.
Inquietantemente agradable.
Calamidades susurrantes pinchan mis oídos, por las hondas sonoras.
Mi percepción se apaga.
Inevitablemente, tumban las pisadas en los ecos de los sonidos.
Todo se siente parte de mí; las altas frecuencias vibrando por mis músculos, mis vías internas, cada uno de mis nervios, lo siento en mi sangre. Es como oír tus latidos bajo el agua.
Mis huesos me hablan, pero ignoro sus palabras.
Ellos siguen ahí, al otro lado de éste plano, retumbando con sus voces apiladas.
Tocan mi piel, pero no los veo.
Invisibles, murmurando.
Gotas siento en mi piel, todo está oscuro.
Mi cuerpo es visible, solo para mí.
Todo lo demás no existe.
¿Estoy muerto?
Las mariposas ya no están, abandonaron mi ser.
Cumplieron su propósito al inicio, pero, ¿quién me sostiene ahora?
Las acaricias empiezan a viajar por mi mano.
Delicadamente suave.
¿Quién es?
Lo hace con delicadeza.
Esta sensación invisible es muy extraña.
Siento todo, pero mi visión no percibe nada.
Colosal oscuridad y titilantes puntos lejanos.
¿Dónde estoy?
¿Aún sigo cayendo?
Animals As Leaders
