prólogo.

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Pablo y Marizza, eran solo compañeros de clase, se tenían un cierto rencor mutuo, las personalidades contrarias de ambos nunca les aspiraron confianza, ni siquiera había la remota posibilidad de un "qué pasaría si" no tenían ninguna inquietud ni duda sobre eso, toda la vida compartiendo salón de clase y nunca habían tenido el interés de formar amistad apesar de formar parte de una banda y tener que frecuentarse gran parte del tiempo.

Sabían poco pero lo suficiente de cada uno, Marizza sabia que Pablo era un vueltero, concheto e hijito de papa, Pablo sabia que Marizza era una zarpadísima descarada, que había ocasionado mas quilombos y jaquecas a Dunoff que cualquiera del Elite Way School.

Eso fue hasta que ambos se vieron envueltos en un desafortuno amoroso, un corazón roto, terminaron en una noche de despecho y alcohol tratando de diluir el dolor del que habían sido víctimas.

Ambos consumidos en la sensación que les provocaba su extraña compañía, cruzaron la delgada línea de "solo conocidos" quizás solo estaban demasiado embriagados y intoxicados, pero un error no se comete constantemente.

Se estaban usando de una forma consensuada, en una especie de relación beneficiosa en términos científicos.

Para Marizza era un gran dedo del medio a aquella persona que se permitió amar pero la había lastimado tanto.

Para Pablo solo era una especie de distracción para dejar de pensar en su exnovia.

Claramente ambos no podían admitir que el peso del deseo era algo que llevaban cargando hace demasiado tiempo.

Solo cedieron dando el máximo de sus pieles, dejarían que sus cuerpos hablen por si solos si no eran capaz de admitirlo.

amo dejarte así. | pablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora