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Adriana se cambiaba de sus zapatillas de danza clásica a unos zapatos más cómodos; acababa de terminar sus clases del día y estaba exhausta, lo único que quería era llegar a casa y poder descansar.
Salió de la academia con su bolsa colgada del hombro y sonrió al ver a su novio apoyado en su coche, esperándola para recogerla. Ella inmediatamente fue hacia él y lo abrazó, dejando un beso en sus labios.
Por otro lado, Enzo que pasaba casualmente por ahí se quedó viendo la escena con asombro.
¿Adriana tenía un nuevo novio?
Sintió como su pecho se hundía y le costaba tragar saliva, le había dolido ver eso. No iba a mentir y decir que el encontrarse con ella después de tantos años no le había dado esperanzas, porque claramente lo había hecho, pero ella ya tenía a alguien más.
El cielo estaba oscurecido y espeso gracias a las nubes negras que casi anunciaban lluvia, era como si este mismo reflejara su ánimo del momento.
Aquel momento que la parejita vivía le hizo recordar a la última tarde que pasaron juntos antes de que sus caminos se separaran.
" somebody told the stars you're not coming out tonight
and so they found a place to hide "
La chica rubia se metió en la bañera, sentándose entre las piernas de Enzo y apoyando su espalda en el pecho de él, cerró los ojos y disfrutó del agua caliente después de un día de no parar. Enzo la abrazó por la cintura y dejó pequeños besitos en uno de sus hombros, apartando su pelo para tener más acceso a el.
–¿Cómo has pasado tu día?– pregunta Adriana mientras se echa agua por los brazos, sonriendo ante las muestras de cariño de su chico.
–Bien, hoy empezamos con el rodaje de una nueva serie y estoy un poco cansado la verdad– responde el peli negro viendo como la chica se daba la vuelta y se sentaba entre sus piernas pero esta vez mirándolo a la cara.
–Entonces deja que te cuide– dijo ella y se echó shampoo en las manos para empezar a masajear el cuero cabelludo de Enzo.
El suspiró con alivio y cerró los ojos, disfrutando unos minutos en silencio hasta que Adriana volvió a hablar.
–¿Sabes? Tu pelo es como la maleza negra– susurró intentando no perturbar la tranquilidad de su novio.
–¿Hmm? ¿Maleza negra?– pregunta curioso mientras abría un ojo para observarla.
–Sí, ya sabes... negro y pegajoso por el shampoo.
Enzo soltó una suave risa ante su explicación, le hacía gracia como la mente de Adriana podría llegar a funcionar.
–Eres muy rara– dijo con gracia mientras la chica empezaba a enjuagar su pelo.
–Sí, pero así me quieres– contestó ella encogiéndose de hombros y ambos se rieron.
" now it's getting dark and the sky looks sticky
more like black treacle than tar "
Ahora Enzo estaba en su cama, con los brazos detrás de su cabeza y mirando al techo mientras se repetía la escena que había visto esa misma tarde. No podía dejar de pensar en Adriana y en aquel chico que parecía ser su novio.
Miró la hora y vio lo tarde que era, dio varias vueltas en la cama intentando conciliar el sueño pero sus ojos no lograban cerrarse. Suspiró y se frotó los ojos, reincorporándose y saliendo de la cama para ir a la cocina, siendo seguido por una de sus gatas, Ada.
Una vez en la cocina se sirvió un vaso de agua y bebió de él apoyando la espalda en la encimera, bajó la vista al suelo y vio a la pequeña gatita pasear entre sus piernas y maullar por atención, él sin duda alguna la agarró entre sus brazos y empezó a acariciar su lomo.
–¿Qué pasa, Ada? ¿Tú también extrañas a Adriana?– le preguntó a la gata que ronroneaba en sus brazos, ella maulló a lo que él se lo tomó como una respuesta– Lo sé, lo sé, ojalá estuviera ella otra vez de vuelta.
Suspiró y se dio cuenta de lo mucho que echaba de menos a la rubia, a estas alturas le parecía inevitable pensar en ella.
–Ven, vamos a dormir– le volvió a hablar a la minina y ambos fueron de vuelta a la habitación.
" does it help you stay up late?
does it help you concentrate? "
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yo también quiero que enzo me agarre en sus brazos y me de cariñitos😿
