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A1C9- Con esa cosa encima, ahora eres mío

Por otro lado, Jiang Che llevó la manita fría de Tang Tang a la habitación, ajustó la temperatura del aire acondicionado y dejó que el pequeño, que todavía estaba sollozando, se sentara en el sofá y descansara mientras abrazaba una almohada. Luego sacó un lindo mini pastel de crema del refrigerador y lo puso frente a él. Después de cuidar a su precioso bebé, se acercó a la ventana francesa con el rostro oscuro e hizo una llamada telefónica.

El hotel utilizado para la fiesta era propiedad de la familia Jiang y esta suite nunca se vendió al público. Pocas personas sabían que ocasionalmente se quedaba aquí por algunas noches, pero hoy sintió que alguien había entrado en su territorio privado tan pronto como entró en la habitación.

Jiang Che abrió tranquilamente la puerta del dormitorio y vio a Chu Le'an desnudo acostado en su cama. Estaba delirando y dijo que alguien lo envió aquí después de haber sido drogado.

Como heredero de la familia Jiang, Jiang Che ciertamente no era estúpido. En un instante, entendió lo que estaba pasando. No era más que alguien intentando meterse en su cama pero temiendo cometer un error. Aprovechando su condición de víctima, incluso si fallara, aún podría dejar una buena impresión y salir ileso.

Como adicto al sexo durante muchos años, Jiang Che no tenía motivos para rechazar la carne que le llevaban a la boca, especialmente cuando una persona tan hermosa estaba desnuda y drogada.

Pero cuando Chu Le'an, lleno de lujuria, se abalanzó sobre él, Jiang Che de repente tiró de la manta y lo envolvió, arrojándolo como basura con una cara severa y sombría...

........

El teléfono sonó una vez y fue contestado inmediatamente. Al otro lado de la línea, la voz de un hombre de mediana edad preguntó con cautela: "Sr. Jiang, ¿qué puedo hacer por ti?"

Jiang Che sostuvo su teléfono, sus ojos ligeramente oscurecidos. "El gerente Wang se jubiló hace un tiempo. ¿Quién es el nuevo director del vestíbulo del hotel?"

Una voz respetuosa llegó desde el teléfono: "El nuevo gerente del lobby es el segundo joven maestro de la familia Chu". Hizo una pausa por un momento antes de agregar: "Por cierto, escuché que es por su condición de pariente de Madame Jiang. Así consiguió el trabajo".

"..."

Jiang Che guardó silencio por un momento, colgó el teléfono y le envió un mensaje a su madre, sintiendo un poco de dolor de cabeza. Luego regresó a la sala de estar.

........

La temperatura ambiente en la sala de estar aumentó debido al aire acondicionado ajustado. La bata de baño blanca suelta de Tang Tang estaba un poco sucia por haber sido tirada. El paisaje debajo de su clavícula quedó expuesto. Este pequeño y seductor bastardo seguía sentado obedientemente en el sofá, hurgando en el pastel con una cuchara pequeña y comiéndolo con cara alegre sin darse cuenta de lo seductor que parecía.

El dobladillo desordenado de la bata de baño revelaba la vista entre las piernas, sus finas y largas piernas blancas colgando del sofá. La piel del joven era de un blanco translúcido como la nieve, y cada centímetro de él estaba exquisitamente tallado. Incluso los dedos de sus pies eran lindos y rosados.

Los ojos de Jiang Che se oscurecieron y su nuez rodó. Fue al estudio, tomó una caja de terciopelo negro del estante y se acercó a Tang Tang.

El familiar aroma del alcanfor frío se acercaba cada vez más. La boca de Tang Tang todavía tenía crema cuando mordió su cuchara y parpadeó.

Al observar a Jiang Che medio arrodillado frente a él, levantando su pie izquierdo, los dedos bien definidos de Jiang Che frotaron su tobillo blanco unas cuantas veces antes de besar suavemente el hueso que sobresalía con humedad y ternura.