capitulo 5

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AINARA☆☆☆

Tengo un humor de perros, solo quiero dormir el día entero, no pensé que beber iba a hacerme tan mal. Escucho hablar a Lara del otro lado.

—Mamá olvido su móvil,  seguro está pensando que lo perdió.—me muestra el móvil.

— Tienes razón, voy a pasar por el hotel y entregarle, luego saldré con Andres.

—Sigues con ese tonto? Mejor quédate con el hermano de Arda.—se acerca y me entrega el móvil.

—No lo voy a dejar, y ya deja un lado el tema de Damian, tal vez lo veas super guapo, pero en el momento que lo conozcas y lo escuches hablar, te juro que vas a cambiar de parecer.

—Con que ese es su nombre... Damian y Ainara. No te gusta como suena?

Definitivamente mi hermana estaba sacandome de mis casillas, no le respondí y salí de casa... cómo cree que voy a fijarme en Damian, se nota que es un soberbio, cree que todas van a estar a sus pies cuando el lo desea.

Estaba tan perdida en mis pensamientos hasta que veo al mismísimo rey de los imbéciles, en su coche rojo de último modelo esperando en el semaforo, camino rapidamente para que no me vea y entró al hotel, pensé en utilizar el ascensor pero recordé el día en que quedé aterrorizada adentro de uno, me decido  por las escaleras  y voy hasta el 3er piso, encuentro a mi madre saliendo con una bolsa con basuras y se sorprende al verme.

—Hija...que sucedió?—Coloca a un lado la bolsa y se me acerca con un rostro que transmite preocupación.

—Nada malo mamá, te olvidaste de tu móvil y pensé que era mejor traertelo.—Saco de la cartera y le entrego, ella sonríe y lo agarra.

—Ni cuenta me había dado, hoy tengo mucho trabajo, ayer llegaron los padres de mi jefa y todo en esta casa es un desorden hija.

—Sí quieres puedo quedarme y te ayudo en lo que haga falta.

—ya estoy por terminar, no te preocupes.

—Esta bien. Nos vemos en casa más tarde madre. Le doy un abrazo y vuelvo a bajar, lo que veo no puede ser verdad, ahí está hablando con la recepcionista, rapidamente me escondo para que no me vea Damian... pareciera que lo voy a encontrar en todos lados ahora, solo espero no volver a hablar con él, es irritante este hombre, me asegúre de que ya no esté en el lugar y salgo rápidamente mirando a todos los costados, para mi tranquilidad ya no está.

Le envío un mensaje a Andres para decirle que ya estoy en camino y el muy imbecil me cancela a última hora... esto no puede seguir así, pensándolo bien, creo que nunca lo quise de verdad, me gusta pasar tiempo con él pero no es amor lo que siento, será mejor terminar de una vez con esto.

Pensé en enviarle un mensaje pero seria muy inmadura terminar por mensaje, mejor voy a casa.

Pasan los días y todo iba bien con mis clases, para mi suerte no volví a ver a Damian. Según me había comentado Arda, esta noche es el super clásico y esta muy concentrado  en eso, pero dios mio, ese hombre tiene un físico de infarto y todo se debe a sus entrenamientos,  al principio cuando Lumbardi decía que las chicas están babeando por él, creía que era muy exagerada hasta que lo vi semidesnudo en aquella habitación... todo iba a ser perfecto si  mantenía la boca cerrada , solo dice estupideces.

—Hija.—doy un saltito del sofa, como siempre tan perdida en mis pensamientos y no presto atención a lo que pasa a mi alrededor.

—Madre, ya te vas?

—Sí, solo por esta noche me quedo a cuidar de la niña, mis jefes estarán de viaje y la hija mayor también. Cuídense mucho.

—No te preocupes, estaremos bien. Te quiero.—Cierro la puerta y  vuelvo a sentarme, no tardo en llegar mi hermana para acompañarme.

LO QUE ODIO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora