Pruebas

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La noche anterior

-Bonita noche. Me llamo Mr Knight. Usted ha pedido los servicios de La Misión de Medianoche, aunque me sorprende... ¿Qué necesitas?

-¡Por favor! ¡Te lo suplico! ¡Salva a mi hija!

Unas súplicas sinceras, provenientes del alma. Izuku Midoriya o mejor dicho, Mr Knight lo sabía. El yakusa no estaba mintiendo. ¿Porqué lo haría? Después de todo, nadie sería tan estúpido como para mentirle a Mr Knight en la cara.

-Un yakusa pidiéndome ayuda. Esto no se ve todos los días. Tienes coraje para pedir ayuda a alguien como yo. Qué divertido.

Esto afectó directamente al yakusa, más que nada a su orgullo. Esto para él era una humillación. Estaba de rodillas y con la cabeza agachada, suplicando por ayuda a un niño que lo miraba por encima del hombro, como si fuera un ser superior. Estaba tan tranquilo y confiado que mantenía sus manos dentro de sus bolsillos.

-Qué inútil debes ser. Pedirle ayuda a súplicas a alguien menor que tú debe ser una humillación para ti. Un golpe muy bajo. Patético. -se estaba burlando del yakusa, sin embargo, su tono sereno no cambió. Eso enojaba mucho más al hombre- ¿Acaso no puedes salvarla por tu propia cuenta? Debes ser realmente patético para ser un líder yakusa.

Mr Knight lo estaba provocando. Quería que lo atacara. Quería que perdiera el control. Quería ver cuanto podría soportar su orgullo con tal de que salven a su hija. ¿Cuánta motivación tenía...? Si tanto quería que salvara a su hija, soportaría esta humillación, ¿no?

-Vamos, atácame.

-¡Por favor! ¡Haré lo que sea! ¡Te pido que salves a mi hija! ¡Te daré lo que quieras! Dinero, fama, hombres... ¡Te daré mi vida y te serviré! Solo... sálvala, por favor...

El yakusa ya se encontraba al borde de colapsar. Apretaba sus puños con tanta fuerza que su palma ya estaba roja, intentando controlarse. No podía aceptar esta humillación. Quería golpear al maldito mocoso engreído... sin embargo, él era el único al que podía acudir por ayuda.

Y aunque estaba sintiendo tanta ira... No le importaba aplastar su propio orgullo con tal de salvar a la persona más importante para él, su mundo. Si llamaba a los héroes o la policía, de inmediato lo arrestarían sin importarle escuchar su pedido. Era extraño decir esto, pero la persona más confiable era él, el maldito Mr Knight.

-Dime, señor inútil. ¿Te gustaría morir? -pregunta Izuku, agachándose y estando al nivel del yakusa-

El yakusa se sorprendió ante esas palabras. No entendía porqué le hacía esta pregunta tan repentinamente. Sin embargo, estaba completamente seguro de su respuesta. Un rotundo...

-No.

-¿Y si te dijera que debes morir con tal que salve a tu hija? ¿Qué responderías?

Un silencio se formó en el lugar. El yakusa se quedó en silencio procesando la pregunta que le acababan de hacer.

-Está bien. Si tengo que dar mi vida para que salves a mi hija, lo haré. Después de que la salve, mátame si eso quieres. Al menos en eso seré un buen padre...

Palabras llenas de arrepentimiento. Un arrepiento que Izuku sintió. Era auténtico.

-Con esto es suficiente. -Mr Knight se dijo a sí mismo- Está bien. Te ayudaré. Tranquilo, traeré a tu hija sana y salva.

El hombre abrió sus ojos de la sorpresa y dejó de apretarse los puños para luego dar una sincera sonrisa. Sus ojos estaban cristalizados. Estaba feliz.

Izuku Midoriya: "The Fist of the Vengeance"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora