Y en realidad no conocía a nadie del liceo mas que al Tomas, a si que voy a tener que intentar caerle bien. Ya habían tocado para salir y el Tomas cuando escucho salió raja pa afuera, yo no sabia que hacer, así que decidí salir a dar una vuelta. Por último ir al baño y después volver a la sala, tenia que buscar amigas pero como primer día la mayoría estaban calladas, algunas tenían su grupito y otras estaban solitas, como yo.
Decidí salir y no conocía el liceo así que le fui a preguntar a una inspectora donde quedaban los baños, ella me indicó el baño y me dijo que al lado estaba el comedor, dijo que fuera a tomar desayuno, después de ir al baño iré, pa que mentir si estoy caga de hambre.
Al entrar al baño estaba lleno, absolutamente lleno. Pero que tengo que ver con weas, yo iba a mear nomas. En eso escuche que unas locas estaban hablando de un tal ¿"Tomas"? No creo que sea el weon que se sienta conmigo ¿Verdad? Cuenten chisme.
—¿Weona, cachaste que el Tomas ese del 3ro C lo pillaron culiando con una loca de 2do A en el baño de discapacitados?. —Dijo una de ellas, era una pelinegra.
—Pa que po, si ese loco se ah comido con mas de la mitad del liceo, hasta con las tías del aseo. No me sorprendería que se comiera con una menor. —Dijo la otra. —No se hermana, pero yo si me lo comería. Si esta to' rico el weon. —Hablo de nuevo la pelinegra.
Las cositas que uno se entera en el baño chiquillas, después de escuchar esa confesión salí del baño y me fui echa un peo al desayuno había leche, la wea mala. No tome, solo me comí el pancito con queso. Mala decisión.
Me hinche por la lactosa.
Ya habían tocado para entrar a clases y weon, me sonaba el estomago de una manera.
El Tomas como siempre conversando, contando, tirando papeles, molestando. Yo ni lo estaba pescando porque me dolía demasiado el estómago.
— Isi, ¿Estas enferma? —Pregunto sorpresivamente el Tomas. — Estas paliducha. —Dijo nuevamente.
No le di respuesta y le fui a preguntar al profe si podía ir a enfermería, la cual no sabia donde quedaba. —Profe, ¿Puedo ir a enfermería? —Si.
—¿Donde queda? —Pregunte. — Alguien puede acompañar a... ¿Cual es tu nombre? —Pregunto.
—Isidora. —Respondí. —Bueno, ¿Alguien puede acompañar a Isidora a enfermería? —Adivinen que pastelito se ofreció a llevarme, el Tomas.
— Bueno Tomas, tu la llevas y la esperas para venirse a la sala, no quiero que se vallan a otro lugar. —Le dijo el profe al Tomas. A lo lejos escuche un "uuuh los pololos." Y después todos comenzaron a gritar como ambulancias, que vergüenza.
Salimos de la sala y comenzamos a caminar juntos, —Porque no me dijiste que estabas enferma, wachita. Yo tengo una vacuna por si estás enferma.
—Ya te pusiste weon, ordinario culiao. Esa vacuna tiene que estar mas oxida' Que asco. —Dije. —Donde queda la wea de enfermería dime mejor.
—Sabi que, en realidad no se donde chucha queda wachita. —Dijo rascándose la nuca. —Pa que chucha quisite venir entonces weon. —Dije dejando de caminar. — Es que me preocupe po' rusia.
—Pero como tan aweonao, si ni siquiera me conocí. Como te vai a preocupar por mi. —Dije.— Vamos a preguntar a inspectoría, ¿Sabi donde queda verdad?
—De memoria po' si esa es mi segunda casa.
—Inspectoría saco wea, no inspectoría general.
(...)
Como se imaginaran, fuimos a inspectoría. Nos dijeron donde quedamos y fuimos. Entre sola y deje al Tomas a ya afuera.
—Isidora, tienes que estar 10 minutos acostada con ese watero en el estomago, para que te le pase el dolor. —Dijo la enfermera pasándome el watero, el cual rápidamente tome y ella se fue de la sala.
Al rato entro el Tomas con una sonrisa.
—Isidora, ¿Tienes cólicos? —Pregunto tímidamente. —Si queri te compro chocolate. —Yiaa, el culiao tierno jajajajaj.
— No, no es eso. No te preocupi. —Dije, a lo cual este me dio una sonrisa, luego comenzó a acercarse y se sentó en la camilla.
—Demórate lo que querai, ese viejo culiao me cae como el sendo pico, asi no estamos en clase. —Dijo el Tomas, amablemente.
No le di respuesta y vi mi celular, y este comenzó a sacar un cigarro, —¿Queri? —Me pregunto estirando la mano con una cajetilla de cigarrillos y un encendedor. Primero dude, pero después acepte.
—"Que bonito." —Escuchamos a alguien aplaudir detrás en la puerta. Era la enfermera. — ¡Se me van a inspectoría, ahora! —Hablo nuevamente.
Nos miraros con el Tomas y nos fuimos, pero a la sala. Ni cagando iba a ir a inspectora, y creo que el Tomas tampoco.
Llegamos y nos fuimos rajados al puesto, al rato llego el inspector general, ayúdame diosito. —Isidora Silva y Tomas Kaulitz, a inspectoría general ¡AHORA! —Ay no. Padre nuestro que estas en el cielo.
—Cagamos. —Musito el Tomas antes de pararse.
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