Entre espadas y cuchillos

Capitulo 2. Palitos de berenjena a la miel

Zoro no sabe en qué se metió desde el momento en que acepto ser nakama de Monkey D. Luffy, sabía bien que era un capitán temerario, con una forma diferente y curiosa de hacer las cosas, así que debía resignarse a ser quien desposara a ese supuesto príncipe, además no pensaba tomarse en serio ese compromiso, solo era un excusa para poder llevárselo a su tripulación. No era un matrimonio con bases, solo una pinta.

Al llegar todos los sombreros de paja frente al castillo, entran casualmente, nadie les dice nada, ya que Zeff le había dado aviso a Judge sobre un pirata interesado en uno de sus hijos. Al señor Vinsmoke poco le importaba si era otro rey, pirata, revolucionario, etc, a el solo le interesaba los beneficios que podria obtener.

-Asi que Sombrero de Paja, Zeff me dijo que estas interesado en uno de mis hijos, pero no veo claro que tienes para ofrecer.

El rey Judge era un hombre muy grande, sus músculos resaltaban incluso debajo del metal de la armadura, su cabello rubio era curioso, ya que su forma era similar a unos cuernos. Amigable no sé veía. Al lado de su trono estaba una princesa, Reiju, quien los veía con curiosidad.

-Asi es, quiero que el príncipe Sanji se una a mi tripulación y sea nuestro cocinero.

Dice Luffy con su típica fuerza de convicción y el resto de los nakamas se quedan al margen, listos ante cualquier ataque.

Aunque lejos de atacarlos, padre e hija se burlan de aquellas palabras, era obvio, Judge solo sabía que Sanji lavaba platos en el Baratie y Reiju solo podía pensar en la vergüenza ajena que pasaría si alguien se enterara que un principe se fue al mar como pirata, era un escenario tan hilarante.

-¿Enserio?, tengo tres hijos guerreros, cada uno vale lo de mil soldados y una hija brillante, ¿pero tú pides al defectuoso?, ¿seguro que serás el rey de los piratas, o es mera propaganda engañosa?

Ante las palabras del rey, los sombrero de paja quedan perplejos, habían conocido a varios reyes durante sus viajes, y todos trataban a sus hijos con devoción, en cambio el humillaba a uno de los suyos.

-Es lo que dije, y lo sostengo.

Luffy no se inmuta y se mantiene firme, ahora tenía curiosidad de saber quién era ese tal Sanji.

-Tu- señala a un guardia detrás de ellos -manda a llamar a ese "cocinero"

El guardia acata la orden.

-Si hablaste con Zeff, sabes que para llevarte a uno de mis hijos debes cumplir con dos cosas, primero un matrimonio y segundo darme algo de valor, cualquiera de mis tres primeros hijos valen un reino completo, pero el cuarto...bueno, estoy abierto a negociaciones.

Dice el rey tranquilo como si estuviera intercambiando peras por manzanas.

Nami desde su posición solo podía sentir asco por personas así, ya que esa frialdad de tratar vidas humanas como mercancía le recordaba a Arlong. Los demás tenían un pensamiento similar, a Zoro le daba igual, en toda su vida se había encontrado con personas desagradables y prepotentes, ese rey iba a una lista interminable de escoria humana.

-El principe Sanji está aquí.

Las puertas de aquel lugar se abren y los sombreros de paja giran para verlo, incluso Zoro muestra cierto interés. Por la puerta entra un joven de aproximadamente 22 años, vestía una ropa elegante, digna de alguien de la realeza, pero si en su cabeza no yaciera una delicada corona, cualquiera pensaría que se trataba de un prófugo. Pese a las costosas prendas, estás estaban llenas de polvo y manchadas de sangre, incluso le costaba caminar, y se podía ver el por qué, en cada paso dejaba una parte de el, un líquido rojo. Estaba muy herido y Chopper quería correr a auxiliarlo, era su deber como doctor.